ONU Mujeres y la Unesco instaron este lunes a impulsar cambios en la educación en Latinoamérica, generando espacios de aprendizaje «sensibles al género», con el fin de cerrar las brechas entre mujeres y hombres en las carreras relacionadas con la ciencia.
«Hay que cambiar modelos, cambiar mentalidades, apoyar a las niñas que demuestren interés en la ciencia y crear las condiciones para que puedan desarrollar esa carrera sin violencia ni discriminación», dijo a EFE María-Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe.
Vaeza lamentó, en ese sentido, que las «niñas y los niños en edad escolar tienen las mismas capacidades y rendimientos similares en las asignaturas relacionadas con ciencias, pero a medida que crecen, comienzan a pesar más los patrones culturales».
Asignatura pendiente en América Latina
Organismos internacionales como ONU Mujeres y la Unesco han remarcado la urgencia de la promoción de las carreras relacionadas con la ciencia y la tecnología, al considerarlas claves para la economía y el desarrollo.
Sin embargo, pese al crecimiento de este campo y la necesidad de formación al respecto, datos de la Unesco confirman que la población femenina constituye apenas un 35 por ciento de quienes estudian carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y las mujeres representan menos del 30 por ciento de los investigadores científicos.
«La brecha de género en STEM sigue siendo un problema pese a que se ha demostrado que la participación de las mujeres en estas carreras no solo es una cuestión de equidad de género, sino que también es crucial para el progreso y la innovación en el campo», explica a EFE Valtencir Mendes, jefe de Educación de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la Unesco.
Y es que, aunque Latinoamérica y el Caribe es, junto con Asia Central, una de las dos regiones que se acerca a la paridad de hombres y mujeres investigadores, todavía existe una menor representación en los niveles más altos de las carreras profesionales y son minoría en varios campos STEM.
Por países, datos de 2020 de ONU Mujeres indican que en Chile, México y Perú las mujeres todavía representan menos del 34 por ciento del total de investigadores. En tanto, Costa Rica (42.8 por ciento), Ecuador (41.1 por ciento), Honduras (41 por ciento), El Salvador (39.2 por ciento), Bolivia (37.5 por ciento) y Colombia (37.3 por ciento) están acercándose a la paridad.
Los más avanzados en ese terreno son Venezuela, que logró atravesar el umbral, con el 60 por ciento de mujeres investigadoras; mientras que Argentina, Cuba, Guatemala, Panamá, Paraguay, Trinidad y Tobago y Uruguay ya alcanzaron esa paridad.
Cambios necesarios en la eduación
«Las brechas de género se encuentran a lo largo de toda la trayectoria escolar y formativa, pero van aumentando con cada nivel educativo, por lo que en secundaria son más evidentes», dice el experto de la Unesco.
Luego, agrega Mendes, «en la educación superior, los patrones de género son evidentes. Las mujeres tienden a estudiar carreras vinculadas con el cuidado de otros, mientras que los hombres prefieren las disciplinas STEM».
Esto, sostiene, tiene relación con «componentes sociales, lo que impone un enorme desafío en torno al aseguramiento de mensajes no sexistas en todos los niveles».
En esto coincide la directora regional de ONU Mujeres al señalar que es urgente «eliminar los viejos esquemas y estereotipos para transformar la educación en STEM».
«Desafortunadamente, son muchas las niñas que aún crecen con esa concepción y no se ven a sí mismas estudiando una carrera accediendo a oportunidades laborales en la ciencia… Tampoco se estimula desde las escuelas, no hay programas diseñados específicamente para estimular el interés de las niñas por la ciencia», añade.
Ante la situación, ambos reiteraron que en Latinoamérica es esencial fortalecer la formación y educación en habilidades técnicas y tecnológicas para enfrentar los cambios constantes en el sector laboral, con un enfoque de género.