La inteligencia artificial (IA), el análisis de datos, la ciberseguridad y la experiencia centrada en el usuario serán los perfiles laborales más demandados en los próximos años como parte de la revolución digital que vive la humanidad y que obligará a los empleos actuales a adaptarse a esas nuevas y cambiantes tecnologías.
A esta conclusión llegaron este sábado los especialistas que participaron en la conferencia titulada “El mercado laboral digital: los perfiles que triunfan en Ecuador”, organizada por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) en Quito, donde se reunieron autoridades académicas y alumnos.
En este foro se abordó el papel de la academia en la formación de estos nuevos perfiles digitales y el reto que tienen las universidades de adaptar con agilidad los planes de estudio a las nuevas tecnologías, para que los alumnos salgan al mercado laboral con las habilidades y aptitudes que buscan actualmente las empresas.
Para el vicerrector de Investigación de la UNIR, Pablo Moreno, la revolución digital que está en marcha es comparable al impacto y efectos que tuvo la revolución industrial, con la diferencia de que el cambio es mucho más rápido y transversal, al darse en prácticamente en una década en lugar de en medio siglo.
“Ahora es muy difícil pensar qué sectores no se van a ver afectados”, reconoció Moreno, al señalar que “lo que se viene es un tsunami que lo va a arrastrar todo, y hay que estar preparados para moverse con el agua, porque si intentamos simplemente agarrarnos y no cambiar para quedarnos donde estamos, nos va a arrastrar y va a ser peor”.
Nuevos empleos
Moreno auguró que esta transformación digital provocará que se extingan empleos como la corrección o transcripción de textos, pero también surgirán otros nuevos, especialmente aquellos en gestión y análisis de datos, en protección de datos y en innovación y adaptación a nuevas tecnologías y sistemas.
El resto sufrirá cambios en menor o mayor medida, y desde un médico hasta un agricultor tienen que estar preparados y formados para introducir los procesos digitales en su trabajo diario y no quedarse obsoletos frente al resto, señaló el vicerrector de la UNIR, que recomendó ver las nuevas tecnologías como una oportunidad y no como una amenaza.
También resulta transversal a todas las edades, pues la velocidad con la que aparecen nuevas tecnologías hace que personas que están próximas a la jubilación deban formarse y adaptarse porque “va a haber trabajos que van a saltar por los aires en nada de tiempo y además con esta velocidad e impredictibilidad”, apuntó Moreno.
“Estamos en mitad de un periodo de cambio como el que no hemos vivido nunca y tenemos que estar todos con la atención puesta en ello en todos los niveles. Va a ser un cambio enormemente profundo que, si lo conseguimos gestionar bien, saldremos mucho mejor. No es un cambio al que haya que tener miedo, hay que gestionarlo bien”, concluyó.