El “Estudio sobre la brecha digital y el acceso a banda ancha de la población de 55 años o más en Puerto Rico, 2022”, realizado por Estudios Técnicos, Inc. (ETI) para AARP Puerto Rico, concluye que es imperativo brindarles ya a los adultos mayores acceso a internet de banda ancha y educación tecnológica para cerrar la brecha digital.
Aunque tras la pandemia aumentó a 88 por ciento el uso de internet de la población general en Puerto Rico porque se hizo más necesario para acceder a servicios, en el caso de las personas mayores de 55 años quedaron rezagados a un 71.1 por ciento de acceso a internet.
Ante esta realidad, el estudio recomienda que el gobierno y la empresa privada deben unirse en una alianza multisectorial para promover iniciativas de adopción de tecnología, políticas públicas y educación en apoyo a los adultos mayores.
“En AARP creemos en impulsar la innovación para transformar los accesos al internet e impactar la calidad de vida de todos, no importa la edad”, expresó José R. Acarón, director estatal de AARP Puerto Rico.
El estudio expone que el 88.3 por ciento de la población general cuenta con conexión de internet en el hogar, pero solo el 71.7 por ciento de los adultos mayores disfruta de este servicio.
Asimismo, el 95 por ciento de la población de 12 años o más tiene telefonía móvil, pero en el caso de los adultos mayores de 55, la cifra de los que tienen celular se reduce a cerca del 89 por ciento.
“Al analizar los datos de la población general de usuarios y no usuarios de internet en Puerto Rico, se observa que el perfil de las personas de más de 55 años que actualmente no están accediendo el internet en su mayoría son mujeres, con un promedio de 74 años, viudas, con nivel socioeducativo de diploma de escuela superior y nivel socioeconómico bajo, con una mediana de ingreso de menos de $10,000, por debajo del ingreso promedio de las personas de 65 años o más en la Isla que es $18,682”, indicó Anitza Cox, Directora de la División de Análisis y Política Social de ETI.
Cox añadió que el acceso a internet de los adultos mayores es principalmente mediante el celular (89 por ciento) y esto puede dificultar el uso de este. “La tenencia de otros dispositivos, como por ejemplo computadoras (36.5 por ciento) y tabletas (32.5 por ciento) es menor entre la población 55+ al compararse con la población de Puerto Rico, lo cual limita, en algunas instancias, el acceso de internet a alta velocidad”, planteó.
“En el caso particular de la creciente población de adultos mayores en la Isla, con un 27 por ciento de personas de 60 años o más, se hace cada vez más necesario para facilitar numerosos servicios del gobierno y también servicios financieros y telemedicina, compras de alimentos entre otros y romper con el aislamiento social. De no mejorar ese acceso, el gobierno en realidad está limitando los servicios a gran parte de la población y en términos del sector privado están perdiendo un segmento de su mercado que no puede llegar a sus productos”, añadió Acarón.
Asimismo, el director estatal de AARP PR indicó que hay fondos federales para garantizar en unos cinco años el acceso a banda ancha del 100 por ciento de la población. Sin embargo, subrayó que “hay que comenzar desde ahora a tomar medidas de educación tecnológica y de incentivos para que compañías le den el servicio a adultos mayores para que una vez esté disponible, las personas de 55 años o más tengan los recursos y sepan cómo navegar el internet para sus necesidades”.
“Es importante también que las plataformas digitales de servicios del gobierno sean ‘amigables’ con los usuarios. Que en lugar de tener muchas páginas con instrucciones distintas en cada agencia, se puedan unificar con plataformas similares para todo el gobierno que sean sencillas de entender para los usuarios”, comentó Cox.
Entre las limitaciones para el acceso a internet que plantea el estudio están: el lugar geográfico de residencia: mientras más rural menos cobertura; los ingresos: a menor ingreso menor velocidad en el servicio que puede pagar; la edad: a mayor edad, mayores limitaciones en el uso de la tecnología; la composición familiar: mientras mayor número de familiares, más probabilidades de exposición al internet; destrezas digitales: a mayor destreza digital, mayor uso del medio.
El estudio recopiló datos del Puerto Rico Digital Trends Study del SME, del Censo, así como estudios de experiencias en otras jurisdicciones, entrevistas a profundidad con líderes de opinión y un taller con líderes de opinión.
Entre esas opiniones de entrevistados del estudio se destacó que aunque están rezagados aún, hubo un aumento en el uso de internet de los adultos mayores porque “la pandemia obligó a todo el mundo a conectarse. Y provocó que mucha gente mayor, que no sabía usar los sistemas, pues se viera obligado a crear un e-mail, entrar a ese e-mail en el Departamento de Hacienda, por ejemplo, para recibir el beneficio que hubo para COVID-19. O sea, que hubo un esfuerzo bien grande en conectar a mucha población que no estaba conectada”.
Acarón comentó que lo mínimo que debe aspirarse es que en los núcleos familiares en los que viven los adultos mayores haya al menos una persona con acceso a internet de banda ancha.
“Los cuidadores, o algún familiar del adulto mayor, debe tener buen acceso a internet para que no se queden rezagados en los servicios que necesitan”, indicó.
El director de AARP informó que hay conversaciones entre representantes del gobierno, el sector privado y organizaciones sin fines de lucro para realizar un plan multisectorial que impulse las recomendaciones de este estudio.