Un viaje repleto de acción, carcajadas y nostalgia que reaviva una de las sagas más fascinantes en los pasados 40 años de la industria cinematográfica. Eso es Indiana Jones and the Dial of Destiny.
Y créanlo: Indiana Jones ha vuelto y ¡está mejor que nunca!
La trama de este nuevo capítulo es un cóctel embriagador de intriga y emoción. Nuestro héroe, el arqueólogo Indiana Jones, se embarca en una carrera frenética para recuperar un artefacto legendario que puede cambiar el curso de la historia. Es una premisa clásica de Indiana Jones, pero con un giro fresco que mantiene las cosas interesantes.
James Mangold, el director detrás de éxitos como Logan y Ford v Ferrari, toma las riendas de esta última entrega. Su dirección es segura y confiada, inyectando nueva vida a la saga, mientras se mantiene fiel a su espíritu original. Sobre todo, Mangold entiende lo que hace que Indiana Jones sea especial y lo entrega en cada escena.
Para rematar, el elenco es simplemente estelar. Harrison Ford regresa como Indiana Jones, y es como si nunca se hubiera ido. Su carisma y encanto son tan cautivadores como siempre y su actuación nos recuerda por qué es uno de los mejores héroes de acción de todos los tiempos.
Phoebe Waller-Bridge, Antonio Banderas y Boyd Holbrook igual ofrecen actuaciones sólidas que complementan perfectamente la de Ford. Y Mads Mikkelsen, como el villano de la película, es una presencia amenazante que añade una capa extra de tensión a la trama.
Mas como era de esperar, la banda sonora de la película es un personaje en sí mismo, evocando la emoción y la aventura de los primeros filmes de Indiana Jones. Los efectos de CGI, aunque a veces son obvios, cumplen su propósito y ayudan a crear la magia que se vive en la historia.
Ahora, hablemos de la duración. Con 2 horas y 34 minutos, Indiana Jones and the Dial of Destiny es una película larga. Pero, ¿es eso realmente un problema? En mi opinión, sí y no.
Cada minuto está lleno de acción, risas y emoción, y no hay un solo momento en el que desees que la película termine. Sin embargo, podrían acortarla un poco. Aunque cuando llega a los últimos 30 minutos, se te olvida que ya han pasado dos horas de película debido a lo genial de las imágenes y la trama.
Comparada con las primeras cuatro películas de la saga, Indiana Jones and the Dial of Destiny es un regreso triunfal. Es superior a la cuarta entrega, Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull y aunque Indiana Jones and the Temple of Doom sigue siendo mi favorita, Dial of Destiny se acerca mucho.
Esta película recoge la esencia de las primeras tres, al combinar la aventura desenfrenada, los personajes carismáticos y los giros argumentales llenos de suspenso que hicieron de las primeras entregas un éxito rotundo. Además, la película logra evocar la misma sensación de maravilla y emoción, transportándonos a exóticos escenarios y presentándonos enigmas arqueológicos fascinantes, como lo hicieron Raiders of the Lost Ark, Temple of Doom y The Last Crusade.
En resumen, Indiana Jones and the Dial of Destiny es una joya de película que nadie se debe perder. Es un gran cierre para esta saga y un recordatorio del por qué Indiana Jones es una de las franquicias más preciadas en la historia del cine.
Así que, ¿qué están esperando? Les prometo que no se arrepentirán.