Si eres fanático de la película original Knives Out, ya lo debes saber: el sorprendente éxito de Rian Johnson dominó la taquilla, obtuvo varias nominaciones al Oscar y le dio al mundo una nueva perspectiva sobre las habilidades de Daniel Craig en la comedia.
De igual modo, es muy probable que hayas estado esperando con ansias su secuela, Glass Onion: A Knives Out Mystery: la primera de dos que Netflix ha garantizado tras asegurar al escritor y director Johnson, así como a un banco de talentos, lo que significa que todavía tenemos al menos un misterio original más por resolver desde la óptica del gran detective.
Pero vayamos al grano.
A los fanáticos de la película original les encantará saber que en esta secuela, el maestro detective que personifica Craig, Benoit Blanc, reaparece en escena como invitado a un fin de semana de misterio en una isla apartada, en medio de la pandemia de Covid-19, al tiempo en que el anfitrión del fin de semana no tiene claro cómo Blanc logró obtener la codiciada invitación, ya que no la concedió.
Al igual que en la primera película, hay una gran cantidad de personajes coloridos alrededor de Blanc, cada uno con un motivo para ser autor de un asesinato, y tan pronto trasciende quién es la víctima, la intriga se esparce lo suficiente como para dejar múltiples ventanas abiertas sobre la identidad del criminal.
Como alguien que analiza y trata de descifrar este tipo de historias, estoy feliz de admitir que no pude reconstruir todo hasta que Blanc reveló su veredicto a las partes reunidas, cerca del final de la película. Entonces, como un misterio de asesinato, Glass Onion ciertamente es exitosa.
Pero el resto de la película -y hay mucha historia que no se relaciona directamente con el meollo del crimen- también funciona espectacularmente bien. Craig está, una vez más, claramente pasando el mejor momento de su vida como Blanc.
Su acento es tan fuerte como siempre, pero esta vez se le permite inclinarse un poco más en sus dotes para la comedia. En lugar de entrar en escena y entrevistar a los sospechosos, fluye incrustado entre ellos, interactuando en su rutina o tanto como la vida cotidiana lo permite, cuando se está atrapado en una exótica isla con supuestos “mejores amigos” para un fin de semana divertido y sin preocupaciones, mientras el resto del mundo sufre el encierro en sus hogares por una pandemia.
Esta vez, Glass Onion también nos permite ver cómo vive Blanc cuando no está resolviendo asesinatos. La película tiene muchos cameos geniales, pero ninguno mejor que los que obtenemos durante nuestra mirada a la vida hogareña de Blanc, incluido su grupo de amigos pandémicos, entre ellos dos gigantes del mundo del entretenimiento, recientemente fallecidos, en sus últimas apariciones en pantalla.
Alrededor de Blanc esta vez hay una gran cantidad de gente mimada, bastante horrible y rica. El centro de este círculo de amigos es Myles Bron de Edward Norton, un multimillonario tecnológico que es tan frío como cabría esperar. El fin de semana es a instancias suyas, quien atrae a sus amigos a su isla para su retiro anual.
Kathryn Hahn es Claire, la gobernadora de Connecticut que está en medio de una carrera al Senado y desesperada por mantener feliz a su base liberal.
Por su parte, Leslie Odom, Jr. es Lionel, un científico que trabaja en la compañía de tecnología de Myles, encargado de asegurarse de que los pensamientos más oscuros de su patrón puedan convertirse en realidad.
Entretanto, Dave Bautista puede demostrar su fe en la comedia como Duke, un influencer de los derechos de los hombres en YouTube que tiene una novia más joven y alegre en Whiskey (Madelyn Cline), quien podría no ser tan superficial como parece.
Completan el equipo Kate Hudson como Birdie, como la ex supermodelo, y Janelle Monáe, como Andi, la exsocia comercial de Myles, quien ha sido eliminada de la compañía, pero que eligió venir al fin de semana por una razón desconocida.
De este impresionante elenco, no hay un eslabón débil en el grupo.
Hudson y Monáe resultan ser las MVP de la película. Hudson es divertidísima. De hecho, es increíble lo que sucede cuando a un actor cómico se le permite realmente soltarse, y Monáe tiene la capacidad de manejar tanto la comedia como los elementos dramáticos profundos, necesarios para fundamentar la película.
Tenemos que creer que Andi está herida, que Myles la lastimó, y Monáe hace que sea fácil entender lo que le costó esta traición.
Escribir una reseña para una película como esta es complicado. Desearía pasar más tiempo alabando la trama, pero hacerlo significaría comenzar a desenredar el misterio, y eso no está bien. Por lo tanto, prefiero adelantar que me encontré riendo y totalmente embelesado durante toda la película.
Por eso no dudo que, tras su estreno en Netflix, se convertirá en el éxito de la temporada navideña.
El guion es inteligente, a veces sarcástico en su humor (la ridiculización de varios personajes y sus actitudes se manejan brillantemente) y provee una comprensión abarcadora de sus personajes, algo que no es fácil de hacer mientras se introduce un misterio de asesinato a través de los arcos.
Por mi parte, no puedo esperar a verla por segunda vez. Quiero capturar cada uno de los momentos claves que me perdí la primera vez. Y sospecho que, al igual que Knives Out, esta película resistirá admirablemente para verse múltiples veces, incluso después de saber quién cometió el crimen.
Por lo tanto, si está buscando una película maravillosamente divertida y retorcida en esta temporada, Glass Onionvaldrá la pena. No puedo esperar a ver qué misterio se le pide a Benoit Blanc que resuelva la próxima vez.
Glass Onion: A Knives Out Mystery se exhibe en Netflix desde el 23 de diciembre.
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