La economía de Estados Unidos, mostrando una resistencia sorprendente frente a tasas de interés más altas, creció a una tasa anual del 2 por ciento de enero a marzo, mientras los consumidores gastaron al ritmo más rápido en casi dos años.
La cifra revisada, publicada el jueves por el Departamento de Comercio, significó una mejoría dramática de su evaluación del crecimiento del primer trimestre en comparación con su estimación anterior, que era de una tasa anual del 1.3 por ciento.
A pesar de este repunte, el tercer y último informe del gobierno sobre el crecimiento económico de los primeros tres meses de 2023 supuso una desaceleración respecto a la tasa anual del 2.6 por ciento registrada entre octubre y diciembre y del 3.2 por ciento de julio a septiembre.
La economía se ha visto frenada por la decidida campaña de la Reserva Federal para controlar la tasa de inflación mediante una serie de aumentos de los tipos de interés a partir de principios del año pasado.
Sin embargo, el informe del jueves sobre el producto interno bruto de la nación —la producción total de bienes y servicios— mostró por qué la economía hasta ahora ha logrado desafiar las expectativas de una próxima recesión: los consumidores continúan gastando a pesar de los crecientes costos de los préstamos. Su gasto, que alimenta alrededor del 70 por ciento de la economía, aumentó a una tasa anual del 4.2 por ciento en el trimestre enero-marzo, la mayor cifra desde abril-junio de 2021.
Un aumento en las exportaciones de petróleo y otras ventas al exterior también contribuyó al cálculo mejorado de crecimiento durante el primer trimestre. La economía logró expandirse a un ritmo decente a pesar de que una reducción en los inventarios comerciales recortó 2.1 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento del trimestre.
La Fed ha elevado su tasa de interés de referencia 10 veces desde marzo de 2022 como parte de su campaña para abatir la tasa de inflación, que alcanzó un máximo de cuatro décadas del 9.1 por ciento el año pasado, pero que desde entonces se ha desacelerado al 4 por ciento.
Los aumentos de tasas del banco central han elevado los costos de hipotecas, préstamos para automóviles, tarjetas de crédito y préstamos comerciales, causando pronósticos generalizados de que una recesión económica es inevitable, pero la economía ha demostrado ser inesperadamente resistente.