A penas el 19 por ciento de café que se consume en Puerto Rico es de origen local. El dato trascendió ayer durante una vista de la Comisión de Gobierno del Senado, que investiga el alza en el precio del café propuesto por el Departamento de Asuntos del Consumidor, a tenor con la Resolución del Senado 647.
“La realidad que todos deben conocer es esa disparidad de 10 a 2, del café extranjero versus e local, tiene el efecto real de limitar las opciones que tienen los consumidores. Verifiquen bien esas etiquetas al comprar el café”, señaló el senador por el distrito de Ponce y presidente de la Comisión, Ramón Ruiz Nieves.
El problema, en parte, se debe a que luego del paso de los Huracanes Irma y María en el 2017, la industria cafetalera puertorriqueña no se recuperó. Se espera que la cosecha de este año 2023 sea de entre 35 mil y 55 mil quintales.
La determinación del DACO para el aumento en el precio del café se realiza a tenor de la Orden Provisional 1 del Reglamento 8578, que tiene una duración de 12 meses, establece el precio mínimo al agricultor por café uva maduro de almud (22 unidades de almud hacen un quintal) a $18.00.
El café importado semi-tostado que se vende a través de la Administración para el Desarrollo de Empresas Agropecuarias (ADEA) se estableció a $375.00 por quintal de arábiga y $256 por quintal de robusta.
Sin embargo, los precios del café en la cadena de distribución -para uso de los consumidores- se mantendrán libres del control tradicional, aclaró el secretario designado del DACO, Hiram Torres Montalvo.
“Se supone que el DACO va a estar monitoreando constantemente el mercado para evaluar, mes a mes, su comportamiento en caso de que se necesite un ajuste”, finalizó Ruiz Nieves.