El aumento en el costo de las viviendas y los altos intereses hipotecarios son las principales razones que dificultan la compra de una residencia en Puerto Rico.
De acuerdo con el Índice de Vivienda Asequible, que prepara Estudios Técnicos, las casas siguieron siendo menos asequibles en este país al cierre del 2023.
“El valor del índice de vivienda asequible cayó por décimo mes consecutivo en diciembre del 2023, situándose en 58 por ciento, luego de alcanzar un valor de 74 por ciento en febrero de 2023 y 104 por ciento en julio de 2021”, precisó el economista Leslie Adames, director de Análisis y Política Económica de ETI.
“En otras palabras, una persona que hubiera querido solicitar un préstamo hipotecario en diciembre del 2023 tendría solamente el 58 por ciento del ingreso requerido para cualificar para dicho préstamo, lo que realmente representa un problema muy serio de asequibilidad en el mercado inmobiliario”, continuó Adames mediante comunicado de prensa.
El Índice de Vivienda Asequible mide si una familia típica que contribuye con un 20 por ciento de pronto pago para la compra de un hogar cualifica o no, según la mediana de ingreso, para un préstamo hipotecario.
Un valor igual a 100 por ciento significa que la familia tiene los ingresos necesarios para cualificar para un préstamo hipotecario basado en el precio promedio prevaleciente en el mercado.
Por el contrario, un valor mayor a este umbral supone que tiene ingresos más que suficientes para cualificar para un préstamo hipotecario, mientras que valores inferiores a ese umbral reflejan lo contrario.
Se dispara el costo de las viviendas
El encarecimiento en el costo de las unidades vendidas continúa siendo un factor condicionante en las posibilidades de adquirir una vivienda asequible en la isla.
Según las cifras oficiales de precio de venta de unidades de vivienda publicadas por la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras, la mediana de precio de venta de unidades nuevas incrementó en un 28 por ciento anual, de $248,599 en el 2022 a $318,762 en el 2023.
Por su parte, el segmento de las viviendas usadas incrementó un 2.0 por ciento anual, de $179,357 a $182,999 durante el periodo.
“Aunque los costos de los materiales de construcción han crecido a un ritmo más lento que lo observado entre el 2021 y 2022, todavía se mantienen por encima de los niveles prepandemia, afectando los costos de construcción y el precio de las unidades nuevas disponibles para la venta”, apuntó Adames.
“Por otro lado, el exceso de demanda relativo a la oferta de vivienda también sigue contribuyendo a incrementos en los precios en el segmento de viviendas usadas. Mientras persista la influencia de estos factores no deberá esperarse ajustes importantes en los precios de venta que favorezcan la asequibilidad en el mercado local”, añadió.
No bajan las tasas de interés
De otra parte, explicó que la asequibilidad también plantea un problema de acceso a financiamiento debido al ambiente de altas tasas de interés prevalecientes en el mercado. Además, descartó que haya una reducción material en las tasas de interés hipotecarias en lo que resta del año, aduciendo al hecho de que ya la Reserva Federal anticipó que la tasa de interés de referencia (el Fed fund rate) podría permanecer en el rango de 5.25 5.50 por ciento hasta tanto se logre alcanzar una tasa de inflación del 2 por ciento.
“Aún si la Reserva Federal redujera la tasa de referencia en unos 25 puntos básicos en la segunda mitad del 2024, existe la posibilidad de que las tasas de interés a largo plazo permanezcan por encima de lo que fueron previo a la pandemia debido a varios factores que incluyen la delicada situación fiscal y de endeudamiento que enfrenta el gobierno federal, la implementación del quantitative tightening por la Fed, y el exceso de oferta de bonos del Tesoro que hay en el mercado”, detalló Adames.