En septiembre próximo se cumplen seis años del paso del huracán María y uno de Fiona. Aun así, Playita Rosada en Lajas sigue cerrada al público.
El que fue por muchos años uno de los principales atractivos turísticos del oeste de Puerto Rico sigue a la espera de que arranque el proceso para la reconstrucción del tablado que formaba una piscina natural: un proyecto que está en etapa de diseño.
Mientras, ni siquiera la limpieza rutinaria, que le compete al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), está al día.
“Nosotros hemos sido colaboradores con Recursos Naturales en cuanto a la limpieza de la playa, se ha recogido. (Pero) En este momento tiene sargazo y no está en las condiciones adecuadas, lamentablemente”, afirmó en entrevista con La Perla del Sur el alcalde de Lajas, Jayson Martínez Maldonado.
Esa colaboración se ha hecho de manera informal, pues ya no existe un convenio firmado entre el ayuntamiento y la agencia estatal como en el pasado.
Según Martínez Maldonado, al negociar la renovación del convenio, el DRNA pretendía que la alcaldía asumiera la limpieza del recurso sin darle oportunidad de liderar el proceso de reconstrucción.
“Había un acuerdo de colaboración desde 1989. Yo no lo quise renovar por las condiciones en que se encontraba el balneario y las exigencias que presentaba el mismo. Uno tenía que hacerse cargo, prácticamente, de todo el mantenimiento”, expresó.
“Al esta playa ser impactada por los huracanes (María y Fiona), yo no quise firmar el acuerdo hasta que ellos (DRNA) remodelaran el área, porque no llegamos a un acuerdo para que me pasaran los fondos para yo remodelarla. Ellos se querían mantener en que ellos la iban a remodelar y yo no estuve de acuerdo”, relató.
De otra parte, el director de la Oficina de Arte, Cultura y Turismo municipal, José Luis Morales, dijo que después de vencerse el acuerdo “la comunicación ha sido, prácticamente, nula”.
“Nosotros, como municipio, hemos hecho la gestión para poder adquirir control y tomar acción, tal vez arreglando provisionalmente y poder abrir para el público, pero no tenemos ese acceso”, señaló.
Dejadez con los cayos
La falta de diligencia del DRNA para el mantenimiento de Playita Rosada se extiende al resto de la Reserva Natural La Parguera, por lo que la limpieza de los cayos -altamente visitados particularmente en el verano- recae mayormente en el ayuntamiento y los comerciantes.
Morales indicó que, cada vez que se reporta alta concurrencia en los cayos, se forman brigadas integradas por empleados municipales, comerciantes y voluntarios para limpiarlos.
“En Semana Santa quien terminó recogiendo esa basura fue prácticamente el municipio y los comerciantes de La Parguera, que hacen las brigadas y van a los cayos y hacen todo el movimiento. Este año nos acompañó la Compañía de Turismo”, sostuvo.
“(El mantenimiento de la reserva) Debe ser entre todos, ahora, debemos tener más apoyo de parte de Recursos Naturales, que es el custodio del recurso y yo, personalmente, no los veo con ese celo (de proteger la reserva) como lo tengo yo”, agregó.
Entretanto, el alcalde confirmó que las brigadas de voluntarios siguen haciendo el trabajo, más evitó comentar el grado de participación del DRNA.
“La realidad es que después de estas actividades, de los días festivos grandes, siempre se hacen grupos y nosotros colaboramos y limpiamos las playas. Sobre Recursos Naturales, no tengo la contestación sobre si tienen un personal asignado para darle mantenimiento”, manifestó. “Nosotros sí cooperamos luego de estos eventos grandes que nos visitan un sinnúmero de lanchas, tanto de Ponce como de Cabo Rojo, porque la realidad es que se meten en cayo Caracoles, Enrique y Mata la Gata alrededor de 500 a 800 botes de diferentes partes de Puerto Rico”.
Las denuncias de incumplimiento del DRNA con su labor ministerial en La Parguera no son nuevas, pues el anterior alcalde, Marcos Irizarry Pagán lo señaló durante años.
Por otro lado, el patrullaje en los cayos también ha tenido que ser reforzado por la alcaldía, con la ayuda de las policías municipales vecinas.
“Puedo dar fe de que nosotros como municipio entramos con la Policía en el mar y tenemos el apoyo de la Policía Municipal de Guánica y Cabo Rojo, porque podemos controlar lo que ocurre en las rampas de Lajas, pero la gente, comoquiera, va a entrar proveniente de Guánica y Cabo Rojo”, dijo Morales.
“De Recursos Naturales no contamos con el apoyo suficiente”, sentenció.