Durante los próximos tres a cuatro años, el estudiantado de Guánica tendrá que tomar sus clases en las escuelas modulares y los planteles que se han remendado, ya que los reemplazos de los planteles destruidos o dañados por los terremotos del 2020 no estarán listos en el futuro inmediato.
A esa conclusión ha llegado el alcalde guaniqueño Ismael Rodríguez Ramos, luego de ver por dónde andan con este tema el Departamento de Educación (DE), la Autoridad de Edificios Públicos (AEP) y la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI).
“En lo que se dan todas estas construcciones lo que vamos a ver por los próximos tres años, y hasta cuatro años diría yo, es que se van a estar utilizando estos módulos para recibir a los estudiantes”, aseveró Rodríguez Ramos en entrevista con La Perla del Sur.
La única escuela modular en uso se levantó en los predios de la Escuela Agripina Seda, que colapsó por el terremoto de magnitud 6.4 del 7 de enero del 2020.
La nueva estructura, construida en acero galvanizado, costó $7 millones y se inauguró en enero del 2022.
La segunda escuela modular se construye actualmente en la carretera PR-116 y se supone que esté lista en agosto próximo para acoger a los alumnos de la Escuela José Rodríguez de Soto, del barrio Ensenada.
Entre los planteles reparados a toda prisa para acomodar estudiantes, luego de un periodo de impartir clases bajo carpas antes de que se decretara la cuarentena por la pandemia de Covid-19, estuvieron la Escuela Fraternidad y la Escuela Franklin Delano Roosevelt.
Ambas las habilitó el ayuntamiento para recibir a los alumnos de la Escuela Elsa Couto, del barrio Fuig, y la Escuela Magueyes, del barrio Susúa Baja.
A tres años y medio de los temblores, el gobierno estatal arreglará otros tres planteles para ponerlos en uso.
El alcalde dijo tener conocimiento de que, tanto en la Escuela Luis Muñoz Rivera, del barrio Caño, como en la Escuela Magueyes, se clausurará un edificio que representa riesgo para la comunidad escolar, y se abrirá el resto para volver a recibir estudiantes en agosto próximo.
Asimismo, ya comenzaron a arreglar la Escuela José Rodríguez de Soto, para que esté disponible a futuro.
“Me indicaron que le adjudicaron (subasta) a una firma de arquitectos y están comenzando a realizar los trabajos”, sostuvo Rodríguez Ramos.
Se supone que con la adición de esos dos planteles, más la escuela modular, todos los alumnos guaniqueños podrán estudiar a jornada completa el próximo semestre.
“Todavía no me han brindado el plan que tiene para agosto el Departamento de Educación, pero las conversaciones que he tenido con el director regional es que ellos van a tratar de que las siete escuelas estén en el horario de 7:30 de la mañana a 2:30 de la tarde”, señaló el alcalde.
Solo una escuela nueva
La única nueva construcción planteada al momento es la Escuela Agripina Seda, cuyo costo se estima en $24 millones, de los cuales el gobierno federal pagará el 90 por ciento.
Sin embargo, no hay fecha de inicio, porque ni siquiera se ha demolido la Escuela Aurea Quiles en la carretera PR-333, lugar donde será ubicada.
“Estuve hace tres semanas con el DE, la AEP y la AFI en la Escuela Aurea Quiles. Se supone que se hagan los trabajos de demolición antes de finalizar el año”, indicó el alcalde. “También están trabajando con el diseño”.
Cuando la millonaria estructura se complete, acogerá al estudiantado de la Escuela Agripina Seda y la Escuela Aurea Quiles.