La urgencia de ampliar los servicios a los alumnos de educación especial de las escuelas de Guayama fue una de las peticiones que le hizo ayer el alcalde O’brain Vázquez Molina a la designada secretaria de Educación, Yanira Raíces Vega.
Dentro de la población de educación especial, el ejecutivo solicitó particular atención a los y las estudiantes con autismo.
“En estos momentos, en nuestra región de Guayama no existe un servicio de este tipo, que atienda ambas realidades educativas”, comentó el alcalde.
Incluso, Vázquez Molina propuso que un plantel en desuso disponible en la ciudad sea destinado a este propósito.
“De hecho, aquí en Guayama hay una escuela cerrada hace más de tres años. Está localizada en Puente Jobos, y bien pudiera ser utilizada para esos fines”, sugirió.
Aunque no entró en detalles, el funcionario aseguró que la secretaria se había comprometido a atender este asunto.
“Estamos complacidos con la visita y el compromiso expresado por la Dra. Raíces en examinar alternativas para lograr servir a la comunidad de educación especial y autismo, mediante el concepto Escuelas Alianza, entre otras permitidas por ley”, indicó Vázquez Molina.
“Vamos a continuar la conversación y el análisis”, agregó.
Raíces Vega se reunió con el alcalde y 10 directores escolares de Guayama.
Jessika Ortega Irizarry, directora de la Escuela Superior Vocacional María Socorro Lacot, le pidió a la titular de Educación que mande a arreglar la cancha. Este plantel tiene una matrícula de 933 alumnos.
“La necesidad más apremiante en nuestra escuela es habilitar la cancha, que lleva seis años cerrada, desde el paso de (el huracán) María, y eso limita grandemente la recreación de los jóvenes desde noveno hasta cuarto año, que es tan necesaria”, expuso Ortega Irizarry.
La directora también mencionó que las consolas de aire acondicionado necesitan mantenimiento porque “cuando llueve se inundan los salones”.
“Es por los años de uso y falta de mantenimiento. De la Autoridad de Edificios Públicos (AEP) nos indican que ese tema está en subasta. Pero de eso van cuatro años”, apuntó Ortega Irizarry.
Asimismo, en su escuela necesitan arreglar el acondicionador de aire del anfiteatro.
Por otra parte, Orville E. Gómez Santiago, director de la Escuela Montessori Rafael A. Delgado Mateo del barrio Olimpo, mencionó que les urge una subestación eléctrica.
El educador explicó que cuando se enciende el aire acondicionado de la oficina administrativa se “tumban dos secciones de la escuela”, que tiene 190 estudiantes.
Gómez Santiago agregó que la escuela tiene 21 paneles fotovoltaicos instalados, pero no están en operación.
“Las instalaron antes de mi llegada hace un año, mediante alianza con Mercy Corps, una entidad global que realiza labor voluntaria, pero es la Oficina para el Mejoramiento de las Escuelas Públicas (OMEP) la encargada de ese proyecto”, observó.