Infraestructura rota, tuberías colapsadas, instalaciones sanitarias prácticamente en el mar y una significativa erosión costera son algunos de los elementos que mantienen en pésimo estado el balneario Caña Gorda de Guánica.
Otrora punto de encuentro para las familias sureñas durante los fines de semana y el verano por sus aguas cálidas y tranquilas, el balneario está hoy irreconocible.
El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) lo mantiene clausurado desde el huracán María, hace casi seis años, y todavía no ha comenzado ni un proyecto de rehabilitación.
“Está cerrado y esa es una preocupación que tenemos, porque el balneario es una parte importante de nuestro pueblo”, comentó el alcalde guaniqueño Ismael Rodríguez Ramos.
El mandatario visitó la instalación el pasado lunes, 11 de junio, y durante un recorrido corroboró su estado de deterioro.
“Vi que ha tenido unos daños considerables. Tiene un problema de erosión grande. Las duchas están prácticamente en el mar”, describió en entrevista con La Perla del Sur.
El alcalde también pudo ver que colapsaron unas tuberías sanitarias. Y en distintos puntos del balneario hay material vegetativo acumulado.
“La verdad es que es una preocupación que tenemos, que en pleno verano ese balneario se encuentre cerrado”, reiteró.
Ante este escenario, Rodríguez Ramos solicitó una reunión con el DRNA para ponerse a la disposición de colaborar con algunos arreglos sencillos, ya que desde que asumió el cargo en el 2021, le ha solicitado al gobierno central -sin éxito- que le traspase la administración del balneario para arreglarlo y abrirlo al público.
El subsecretario del DRNA, Alberto Mercado Vargas, lo recibirá hoy miércoles para discutir este tema.
“A corto plazo, podemos colaborar y estamos en la disposición de solucionar unas cositas”, dijo el alcalde a La Perla del Sur. “A largo plazo, nuestro interés es administrarlo, hacerle los arreglos pertinentes y ponerlo en condiciones para llevarlo a unos niveles de que puedan las familias disfrutar de ese excelente balneario”.
En agosto del 2021, el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia anunció la asignación de $1.5 millones de la Ley del Plan de Rescate Americano (ARPA, en inglés) para hacerle mejoras a Caña Gorda.
No obstante, a 22 meses del aviso, Rodríguez Ramos dijo que allí “no se ha visto nada”.
El funcionario adelantó que le propondrá al DRNA que le transfiera los fondos al ayuntamiento para que personal municipal pueda hacer las reparaciones más urgentes.
“Voy a auscultar la posibilidad de que, si ese dinero todavía está, que nos lo pueden asignar a nosotros con nombre y apellido para hacer los arreglos que haya que hacer”, señaló.
Por otra parte, el alcalde mencionó que se necesita arreglar el camino de acceso a la playa Manglillo, así como los gazebos, baños y vestidores de Manglillito. En ambos casos, aseguró, su administración también está dispuesta a colaborar con el DRNA.
O sea, que el alcalde, Ismael Rodríguez Ramos, se conforma con pasar la papa caliente y ni siquiera se ha tomado la iniciativa de cumplir con su deber, su responsabilidad. Es ahora, en verano que va a (dice él) darle seguimiento a su mediocre gestión. ¡Bah!