“A mí lo que me interesa es poderme ir ahora”, sentenció Reinaldo Tua Cruz, uno de los residentes de la urbanización Lucchetti que a 80 meses de la devastación provocada por el huracán María sigue “amarrado” a una de las casas que el río Yauco invadió dos veces en menos de tres días.
Como explicó, “mi esposa y yo somos mayores, bastante mayores” y, en lugar de vivir en paz tras décadas de trabajo y sacrificios, hoy resienten no poder escapar de una condena injustificada. Inexplicable.
Según abundó, en el año 1975 se mudó a la urbanización yaucana con una maleta de sueños, para tres meses después presenciar una de las peores inundaciones que haya sufrido Yauco en su historia: la creada por la tormenta tropical Eloísa.
Entre el 16 y 17 de septiembre de ese año una súbita crecida del río Yauco arrancó autos de las marquesinas de la urbanización para en su lugar dejar varios pies de lodo y escombros. Y entre los damnificados que, incluso, sufrieron el saqueo de vándalos, estaba Tua Cruz junto a su familia.
“La puntería fue increíble”, relató a La Perla del Sur. “Yo acababa de hacer la hipoteca y, por cuestiones del destino, me quedé. Por ser honrado y hacer las cosas bien con el banco, no me cambié de casa y ahora estoy con este problema”.
El contratiempo, explicó, es que aún con la aprobación de vales del gobierno federal para adquirir un nuevo hogar, no consigue opciones dignas y seguras. “Tiene que ser una casa de acuerdo a las necesidades, especialmente de mi esposa. Cerca de los hospitales, no en el campo, no en un barranco. A prueba de todo, terremotos, huracanes, todo”, manifestó.
“Y además que el mercado de casas se acabó, que no hay casas disponibles, cuando aparece una, la gente vende en cash. Antes que tú, tienen en lista a cuatro que quieren comprarle en cash y yo tengo un vale, que no me vale para nada”, continuó.
Sus esperanzas para salir de este calvario y dejar atrás los incómodos desalojos cada vez que se emite un aviso de inundación volvieron a tambalearse esta semana al conocer que el alcalde Ángel Luis Torres Ortiz y su administración contemplan, ante tantos percances, reenfocar sus esfuerzos hacia la canalización parcial del río Yauco.
“En este momento no hay otra salida. Estas personas van a seguir allí”, expresó a La Perla del Sur el ejecutivo municipal.
“La canalización es un sueño de cualquier ciudadano que resida en Lucchetti, pero yo creo que en los años que me quedan de vida no lo voy a ver”, ripostó Tua Cruz.
“Hace muchos años, la canalización de ese río valía muchísimo dinero. Hoy en día vale 15 veces o 20 veces más”, continuó. “Eso es un sueño. Con lo que vale la canalización del río pueden comprar el pueblo de Yauco y hacerlo de nuevo. Son cientos de millones”.
“Y pensando objetivamente, el río se va a meter varias veces en los próximos años. No es conveniente que ningún ser humano viva allí en los próximos tiempos, por lo que es buena idea el comprarles las casas y destruirlas”, agregó.
Al vaticinio de más inundaciones en Lucchetti se sumó Julio Ángel Vázquez Vélez, quien desde el año 1985 también es miembro de esta comunidad yaucana. Su convencimiento, sin embargo, se basa en una apreciación más cercana, ya que a diario puede observar el comportamiento del río con solo dar una mirada al patio.
“A mí me encanta este lugar. Hay mucha gente buena y es tranquilo, pero estamos entre la espada y la pared”, comentó sobre el riesgo de más crecidas y su imposibilidad para mudarse, ya que, al igual que otro medio centenar de titulares, no pudo cualificar para el beneficio de vales federales.
“No es justo”, subrayó. “Muchos deseamos que el río se canalice, pero también que sean justos con todos, con todo dueño de propiedad en Lucchetti. Estamos en el mismo bote, todos por igual”.
Reclama otra oportunidad
Por su parte, José “Lito” Velázquez Padilla, quien en el pasado fungió como miembro de la junta de residentes de Lucchetti, exhortó al alcalde Torres Ortiz a ponderar otra asamblea con el centenar de habitantes que queda en la comunidad para escuchar alternativas que podrían poner fin a años de angustia e incertidumbre.
“Canalizar el río es una gran propuesta”, indicó, “pero por experiencias de pueblos cercanos, estos procesos son largos y tediosos. Mientras tanto, peritos que conocemos nos indican que los $30 millones (propuestos para la obra) no van a ser suficiente para realizar este proyecto, desde donde él indica hasta donde va a terminar”.
En su lugar, recomendó que se forme un equipo o consorcio integrado por funcionarios claves del Departamento de Vivienda federal y local para, junto al gobierno municipal, identificar propiedades en Yauco que puedan ser rehabilitadas y puestas a disposición de los residentes con vales que no consiguen viviendas.
“Y en este asunto, ya el municipio se adelantó, porque por su cuenta ya ha identificado sobre 200 propiedades como estorbo público, registradas por tribunal, y desde hace años ha ido adquiriendo propiedades”, comentó.
Parte de ese inventario, opinó, podría ser rehabilitado con los fondos de los vales y otra podría servir para que las adquiera el Departamento de la Vivienda de Puerto Rico, “que también busca propiedades para casos como el nuestro”.
“Y con ese capital (de la venta), el municipio (ayuntamiento) puede entonces reunir los fondos para lograr un pareo con Vivienda federal y lograr un Buy Out en Lucchetti, para dar un justo valor a los residentes que no han cualificado para los programas de ayuda y se relocalicen las familias que queden”.
“Y eso ya se ha hecho en otras jurisdicciones”, insistió.
“Además, con las familias que ya se han mudado y las propiedades que ya han sido reposeídas por los bancos, aquí ya estamos hablando de un Buy Out a la mitad de las personas que vivían en Lucchetti para el huracán. Esto es viable”, puntualizó Velázquez Padilla.
Por un lado, agregó, “HUD (el Departamento de Vivienda federal) ha demostrado ser receptivo a nuestros reclamos y cada año ha ido adoptando mejoras para que podamos acceder a hogares seguros y, si juntos logramos este objetivo, ya no habría urgencia por canalizar el río y salvar la vida y propiedad de los residentes de Lucchetti”, concluyó.