Como medida para “evitar” que en futuras crecidas el río Inabón inunde el tramo de la carretera PR-1 que colinda con el Aeropuerto Mercedita de Ponce, la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) ha construido un muro de concreto, entre otras medidas de mitigación contempladas.
La muralla de 1.90 metros de alto y 80 metros de largo se levantó al costado norte de la vía, en dirección hacia Ponce, justo antes del puente. La empresa a cargo ha sido Construcciones José Carro.
“El contratista tiene que retornar para terminar un revestido en piedra que va a proteger las paredes del canal, para complementar los trabajos que se han hecho del muro, ensanche y demás”, indicó el ingeniero Heriberto Cosme, director de la región sur de la ACT.
El objetivo es que la pared logre contener una futura crecida del río Inabón, para que la corriente con lodo y desechos no vuelva a bloquear la carretera, como ha ocurrido por décadas en periodos de lluvia copiosa.
Las más recientes inundaciones, que también dejaron bajo agua parte de la pista de aterrizaje de Mercedita y varias comunidades, ocurrieron durante el paso del huracán Fiona en septiembre de 2022 y en dos ocasiones posteriores.
“Nosotros estamos mitigando la situación, porque tenemos un impacto directo en la carretera PR-1, que es interestatal y de suma importancia para nosotros. Por eso fue que se realizaron trabajos temporeros”, señaló el ingeniero Luis Vélez, de la ACT.
Sin embargo, Vélez -quien es ayudante especial del director ejecutivo de la ACT, Edwin González Montalvo- puntualizó que otras agencias que tienen injerencia en este problema deben actuar para buscar una solución permanente.
Se refirió al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), la dependencia estatal custodia del cuerpo de agua, así como al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos y a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), las que otorgan permisos y fondos para este tipo de obras, respectivamente.
“Son trabajos de mitigación, de emergencia, en lo que se hacen trabajos mayores, donde a FEMA, el Cuerpo de Ingenieros y Recursos Naturales les toca una responsabilidad, quizás, de canalizar ese tramo”, expuso Vélez. “Es una opción que ellos tienen que evaluar”.
La canalización, empero, es una solución a largo plazo, cuya primera etapa todavía no se ha avalado y, por tanto, no cuenta con dinero asignado.
Luego del paso del huracán Fiona, empleados de la Autoridad de los Puertos, de la Administración de Servicios Generales y del DRNA limpiaron la zona para que el aeropuerto pudiera reabrir en 72 horas.
Días más tarde, la pista de aterrizaje se volvió a inundar, por lo que fue necesario limpiar también los canales de riego dentro de Mercedita que, según el jefe de Puertos, Joel Pizá, “estaban totalmente tapados”. En esa tarea colaboró la Guardia Nacional de Puerto Rico.
Todo eso sucede por la falta de limpieza en las canalizaciones, cunetas de ríos etc…