Luego de meses de espera -por un permiso que no era necesario-, el Gobierno Municipal de Juana Díaz finalmente pudo limpiar el cauce del río Jacaguas.
De este modo, una brigada municipal se ha dedicado por los pasados dos meses a remover material vegetativo del lecho del río, entre las comunidades Arús y Manzanilla, y la carretera PR-1, para reducir las posibilidades de que estas áreas se inunden durante persistentes episodios de lluvia.
El ayuntamiento había solicitado al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) que tramitara el permiso correspondiente ante el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE, en inglés). Igualmente, que presionara para que el mismo se emitiera antes del 1 de junio, cuando comenzó la actual temporada de huracanes.
Sin embargo, la titular del DRNA, Anaís Rodríguez Vega, dejó de contestar las llamadas y correos electrónicos del ayuntamiento, según denunció el alcalde Ramón Hernández Torres.
Posteriormente, en una carta fechada el 17 de julio, USACE respondió que no se necesitaba un permiso suyo para poder remover la vegetación del río Jacaguas.
“Así las cosas, le enviamos la comunicación a Recursos Naturales, nos autorizaron y se ha hecho un buen trabajo de limpieza”, indicó Hernández Torres.
Con una partida de $140 mil de fondos propios, el ayuntamiento alquiló dos excavadoras y destinó una brigada municipal a estas tareas.
Las obras han consistido en intervenir mil metros de río al norte y en la intersección con la PR-1, y otros 438 metros al sur de esa vía.
Lo último que se hará, dijo el alcalde, será levantar los taludes de tierra en los costados del río.
“Uno hace el esfuerzo, no puede garantizar nada por las inclemencias del tiempo, pero por lo menos se ha limpiado, se movió toda la vegetación que estaba en el centro del cauce, que es lo que se convierte en una obstrucción”, señaló Hernández Torres. “Ya estamos al otro lado”.
El desbordamiento del río Jacaguas es un problema histórico, que se ha agravado en años recientes. Durante y después del paso del huracán Fiona en septiembre de 2022, el río se salió de su cauce tres veces.
Cuando esto ocurre, se inundan las residencias de Arús y Manzanilla, entre otras comunidades aledañas, y queda intransitable la carretera PR-1.