La migración masiva de la juventud puertorriqueña podría convertirse en una preocupación a largo plazo ante el continuo descenso de profesionales de la salud y cuidadores para tratar la enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas (ADRD, en inglés).
Así lo expresaron facultativos del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico en el evento Puerto Rico Alzheimer Disease Research Symposium.
Y es que, utilizando los datos de Medicare como base, la cifra de demencia estimada para el 2022, fue de casi 116,000 casos. Se proyecta que para el 2050, este número aumente a más del doble.
“Para esto, se necesita un plan sistemático de captación de datos de salud de toda la población de la isla, que manejan las compañías de planes médicos. Por esto, el Recinto de Ciencias Médicas buscará establecer colaboraciones con el Departamento de Salud y las aseguradoras para recoger dicha información. Como Recinto estamos preparados para asistir con la recopilación, organización y análisis de estos datos”, expuso el doctor José Carrión Baralt, profesor de la Escuela Graduada de Salud Pública del RCM en declaraciones escritas.
Mientras, la prevalencia de ADRD y enfermedades comórbidas como la diabetes, hipertensión, y trastornos de metabolismo de lípidos (como los niveles altos de colesterol o triglicéridos) son significativamente más altos en las mujeres puertorriqueñas mayores de 65 años que en los hombres de la misma edad.
Así mismo, la prevalencia de estas enfermedades es significativamente mayor entre los adultos mayores de Puerto Rico cuando se comparan con las cifras a nivel de todo Estados Unidos.
Durante la actividad, profesionales que atienden esta condición en el país, enfatizaron en la necesidad de contar con datos más precisos sobre la prevalencia de ADRD en la isla para poder planificar con precisión los servicios y el financiamiento que se necesitarán para atender adecuadamente las necesidades de las personas con ADRD.