El pasado fin de semana culminó con broche de oro uno de los eventos culturales más importantes de los Estados Unidos, el New Orleans Jazz & Heritage Festival.
Allí, Papote Alvarado y su grupo Esencia hicieron galas de su hipnótico y cadencioso talento musical, al tiempo en que dieron lustre a un pasado poco conocido, tanto en el sur de los Estados Unidos como en el archipiélago borincano.
Congo Square: cuna del Jazz
El mismo se remonta al año 1817, cuando el gobierno de Nueva Orleans limitó a un espacio a las afueras de la ciudad las reuniones “libres” de los esclavos, las que ocurrían solo durante domingos y donde bailaban, cantaban, adoraban a sus dioses, compraban y vendían productos.
Este lugar se conoció como Congo Square o Plaza del Congo, aunque muchos de los esclavos que bailaban y cantaban en el lugar nunca habían estado en África, ya que venían de Latinoamérica y de las Antillas.
Los oriundos de Latinoamérica introdujeron en Nueva Orleans influencias de la música religiosa y los que venían de las Antillas introdujeron influencias de la música afrocaribeña. Esto sería el inicio de lo que luego se convirtió en géneros como el blues, la música góspel, el jazz y todas las corrientes musicales que desembocaron hasta la música de actualidad.
Doscientos seis años después de aquella ordenanza, el pasado sábado 29 y domingo, 30 de abril, 14 afrocaribeños procedentes de un barrio al suroeste de Ponce, al sur de Puerto Rico, pondrían a bailar, cantar y brincar a miles de personas, en su gran mayoría anglosajones blancos, en lo que sería la edición número 53 del New Orleans Jazz & Heritage Festival, y lo harían en libertad.
Papote Alvarado y su grupo Esencia del barrio La Cuarta deslumbraron sobre las tarimas del importante evento musical y cultural que recibe a cientos de miles de personas durante dos fines de semana y que este año retornó a los terrenos del hipódromo Fair Grounds Race Course & Slot, la tercera pista de carreras de caballo más antigua de los Estados Unidos, inaugurada en la década de 1870.
Cuatro tarimas retumban con plena, salsa y bomba
El primer escenario donde se presentaron fue en el Cultural Exchange Pavilion Celebrates Puerto Rico, el sábado 29. Allí, Héctor “Pochi” Gastón, director musical de Esencia marcó la entrada del primer número u opening, donde los trombones de Maximino Rivera, Carlos Brandi, Carlos Ferrer y Kevin Torres sonaron como aviso de la tormenta musical que se aproximaba.
Así abrieron paso a Pa’ qui y Pa’ llevar, una plena sabrosa interpretada por Papote, fundador y cantante de Esencia, quien literalmente puso a brincar a la multitud que acudió al lugar.Desde ese momento ya era evidente la energía y euforia que Esencia transmitía a un público, en su gran mayoría norteamericano. Fue impresionante ver cómo cientos de personas que caminaban en los alrededores, al escuchar los contagiosos ritmos afrocaribeños, inmediatamente se dirigían hacia la carpa que albergaba el escenario.
Luego le tocó el turno al profesor José Lago, cantante y güirero, de interpretar La Cura, otra plena al estilo que Esencia solo puede tocar. Los brincos y los movimientos de brazos de lado a lado de los espectadores, hizo recordar aquellas tarimas de las Justas en Ponce en los primeros años de la década del 2000, donde el baile y la alegría eran protagonistas.
Azúcar y Candela fue la plena interpretada por Papote que dio paso a la Salsa, Se te fue la guagua, la cual el público no dejó de bailar de principio a fin y donde se destacó en un solo de trombón, Maximino Rivera.
“Muy orgulloso de representar nuestra música, nuestra bomba, nuestra plena, nuestra música negra afroboricua. Muy orgulloso y muy contento”, fueron las palabras de Papote Alvarado al público presente, tras recibir el aplauso del soberano por sus interpretaciones.
Mas uno de los momentos más memorables de la presentación ocurrió durante la plena Reina de mi vida, interpretada por el profesor Lago. Una señora que pasaba las ocho décadas, que había estado en su silla de ruedas frente al escenario durante todo el evento, no lo pensó dos veces y se levantó para bailar a ritmo de esta plena ponceña.
Luego llegó la interpretación de la canción Dime, Dime, número musical donde se destacó el maestro Jesús “Chú” López en un magistral solo de Tres, seguido nuevamente de un fenomenal solo de trombones a cargo de Maximino Rivera, Carlos Brandi Camacho, Kevin Torres y Carlos “Ruby” Ferrer Atiles.
En un momento dado, los encargados del sonido se preguntaban cómo podían ir de un ritmo a otro tan rápido y magistralmente. Se referían a la fusión magistral que hace el Grupo Esencia de la plena, bomba, salsa y rumba en una sola canción.
Por ello, observaban asombrados las interpretaciones y ejecutorias de Francisco “Wito” Arenas en el timbal, a José Reyes en las congas, Luis Rivera en la campana y bongo y a Félix Diaz en el quinto y percusión menor.
Para finalizar esta primera presentación, Papote volvió a expresar lo orgulloso que se sentía de sus raíces y del aplauso de todos en un escenario tan trascendental como Nueva Orleans:
“Para mí y para el Grupo Esencia, donde llevamos 30 años de trayectoria, es con mucho respeto estar en este hermoso lugar, representando nuestra cultura y nuestros ancestros… mucho respeto, mucho respeto”, mencionó para entonces dar paso a la plena La Candela.
Acto seguido, los presentes, haciendo caso al coro que decía:
“Llévate las manos a la cabeza,
llévate las manos a la cintura,
déjate llevar por la sabrosura,
mueve todo tu cuerpo,
mueve tu cintura…”
…bailaban sin parar, aun cuando pocos entendían lo que cantaban o decían.
Fue durante esta última interpretación cuando se vivió otro instante mágico: cuando las tradiciones, cultura e historia ponceña se unieron en el escenario para demostrar al público la verdadera esencia caribeña.
Ocurrió cuando Papote Alvarado invitó a subir a la tarima a la ponceña Milteri Tucker Concepción, bailadora de bomba puertorriqueña y gestora cultural, quien además diseña y confecciona a mano los vestidos de bomba.
Milteri, quién desde el 2009 es la creadora de Bombazo Wear Bomba Caribbean Skirts, la primera línea o marca de faldas de bomba de Puerto Rico en los Estados Unidos, no lo pensó e inmediatamente busco una falda color violeta, de su colección, y subió al escenario para bailar con el ritmo cadencioso del grupo Esencia.
Fue con el coro:
“Báilalo, gózalo,
que en Nueva Orleans,
la pongo yo”…
Con la armonía del piano y el bajo interpretados magistralmente por José Guillermo Torres y Reynaldo Vega, respectivamente, Esencia se despidió del escenario del Cultural Exchange Pavilion Celebrates Puerto Rico en esta primera de cuatro presentaciones para el New Orleans Jazz & Heritage Festival.
“Es más fácil caminar con Andy Montañez por la Habana que caminar con Andy por Trastalleres”
Elmer González, profesor y musicólogo.
Fueron las palabras que recordé de mi profesor en la Universidad del Sagrado Corazón, Elmer González, cuando en una conversación “informal” entre estudiante y profesor contaba en forma de anécdota, su experiencia caminando por las calles de la histórica capital cubana con el incomparable cantante puertorriqueño Andy Montañez.
Explicaba así lo casi imposible que era entablar alguna conversación con el cantante. por la gran cantidad de personas que al reconocerlo se acercaban a saludarlo.
Esa misma experiencia se repitió en la noche del pasado domingo, 30 de abril, por la histórica Freshmen Street de Nueva Orleans. Esa noche y luego de cuatro extraordinarias presentaciones en el festival, algunos integrantes del grupo Esencia, entre ellos, Papote Alvarado, Francisco Arena, Kevin Torres, José Lago, Carlos Ferrer, Brian Alvarado, hijo de Papote Alvarado y este servidor, caminábamos por la famosa vía, convertida en los pasados años en uno de los mejores lugares de la ciudad para escuchar música en vivo.
Allí resultó imposible contener el orgullo al presenciar cómo cientos de desconocidos reconocían a los integrantes del grupo Esencia, se les acercaban para felicitarlos, saludarlos y tomarse fotos con a ellos. Expresaban alegría al conocerlos y comentaban cómo la presentación de Papote Alvarado y Esencia había sido de lo mejor que habían visto en el Festival de Jazz.
“Ni en la Calle Atocha en Ponce, me paran y nos reconocen de esa manera”, expresaba feliz y orgulloso, pero también con algo de tristeza, Papote Alvarado. “Muchas veces no somos profetas en nuestra tierra”, añadió.
“Esta música es de otro tipo de nivel, que todos podemos entender”.
Mas fueron estas palabras de Zena Moses, una extraordinaria cantante del grupo Higher Heights Reggae Band, las que colmaron la copa de la satisfacción.
Esta agrupación se presentaba en The Maison, uno de tantos lugares en Freshmen Street para disfrutar de excelente música, cuando por insistencia de Papote el joven percusionista de Esencia, Francisco “Wito” Arena, subió a la tarima para tocar bongo, en un jam session, tradición en el mundo del jazz, donde músicos suben al escenario sin previo ensayo a improvisar.
Luego de más de 15 minutos de intercambio musical o “jameo”, y sorprendida por las ejecutorias de Wito Arenas en el bongo, Zena preguntó: Who is he?, mientras el público presente aplaudía y gritaba impresionado.
El bajista de la banda, al reconocer a los músicos de Esencia y señalando con su mano a Papote, expresó en inglés, “Ustedes son de Puerto Rico, estuvieron en el Jazz Fest”.
“Me alegro mucho que ustedes estén aquí. Porque nuestra música, no, no, no, su música, influyó a la nuestra. Nuestra música nace de la de ellos…” en clara referencia a la aportación de la música afrocaribeña al desarrollo musical en Nueva Orleans y de todo los Estados Unidos.
Y así se despidieron de la cuna del jazz, Papote Alvarado y su grupo Esencia. Sin duda, cumplieron con su compromiso de llevar la historia y cultura musical afrocaribeña al mismo lugar que dos siglos antes lo habían hecho sus antepasados.
…frase particular de los conocedores del béisbol cuando se batea de manera magistral, “en la madre”.
No esperábamos menos de esta espectacular agrupación.
ORGULLO BORICUA EL GRUPO ESCENCIA!!! LAMENTO NO PODER IR,, PERO SABÍA QUE IBAN A ARRASAR!!!!! FELICIDADES A TODOS!. «QUE BUENO ES » COMO DECÍA EL MAESTRO ELIOT CASTRO.
Excelente recreación de lo allí acontecido. Mis felicitaciones para este joven por su excelente cobertura.
Excelente trabajo,
bendiciones infinitas.
Tiene que haber sido una gozada. Con Esencia es gozadera pura.
Que buen articulo!
Coñ…,, que buen artículo von detalles que te hacen pensar que estás allí,( para los qye hemos estado en Perdido St. le calle qye da título a la pieza del boricua Juan Tizol