La lucha contra el fraude fiscal y la reducción de la deuda externa son las dos vías principales para luchar contra la pobreza y el aumento de la brecha entre los más ricos y los más necesitados en el mundo, planteó hoy Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los derechos humanos.
En su discurso de inauguración de la 54º sesión del Consejo de Derechos Humanos, Türk sostuvo que una parte de los problemas relacionados con la inseguridad, los conflictos y el desgobierno parten del hecho de que la desigualdad en el mundo sigue aumentando, con el 10 por ciento de la población más rica del planeta que posee el 76 por ciento de la riqueza.
Del otro lado, más de la mitad de la población mundial sólo maneja el 2 por ciento de los recursos.
Como solución más obvia, el alto comisionado dijo que hay que avanzar en la cooperación fiscal internacional con el fin de luchar de forma efectiva contra el fraude fiscal, la elusión fiscal, los flujos financieros ilícitos, así como para acabar con la corrupción.
Mencionó que se ha estimado que los países perderán unos $5 billones de recursos que los individuos más ricos y las empresas sacarán para colocarlos en países y territorios que funcionan como paraísos fiscales.
El segundo camino para mejorar la situación de las poblaciones más vulnerables pasa por acuerdos justos de renegociación de la deuda externa, señaló.
«Cerca de la mitad de la población mundial vive en países donde los gobiernos deben gastar más en el pago de la deuda que en educación o salud», denunció Türk.
Recalcó que en los acuerdos de préstamos o inversiones muchas veces se utilizan condiciones injustificadas que luego impiden que los gobiernos puedan garantizar los derechos humanos de sus ciudadanos.