Un indicador de la inflación estrechamente vigilado por la Reserva Federal aumentó en agosto, impulsado sobre todo por el alza de los precios de la gasolina. Pero las medidas de la inflación subyacente se desaceleraron, en la señal más reciente de que las presiones de los precios siguen siendo moderadas.
El informe emitido el viernes por el Departamento de Comercio señala que los precios aumentaron 0.4 por ciento de julio a agosto comparado con 0.2 por ciento el mes anterior. Un incremento mensual de 10 por ciento de los precios de la gasolina impulsó el alza.
La inflación subyacente, que excluye los rubros volátiles de alimentos y gasolina, tuvo el menor aumento en dos años en agosto, señal de que sigue enfriándose. Los funcionarios de la Fed prestan especial atención a los precios medulares, considerados un indicador más preciso de hacia dónde se dirige la inflación.
Los precios medulares aumentaron apenas 0.1 por ciento en agosto, comparado con 0.2 por ciento en julio. Fue el menor aumento mensual desde noviembre de 2021.
En el año, los precios medulares aumentaron 3.9 por ciento, comparado con el 4.2 por ciento anual en julio. También fue el menor aumento en dos años.
Los consumidores estadounidenses mantuvieron el gasto en agosto, pero a un paso mucho más moderado. El informe del viernes mostró que el gasto de consumo, ajustado por inflación, aumentó apenas 0.1 por ciento comparado con el 0.6 por ciento en julio.
“El gasto general se mantiene en terreno positivo y la inflación está bajando, lo que será una buena noticia para los responsables de tomar medidas”, dijo Rubeela Farooqi, jefa de economía estadounidense de High Frequency Economics, en una nota a los clientes.
En comparación con el año anterior, los precios aumentaron 3.5 por ciento en agosto, algo más que el 3.4 por ciento anual registrado en julio. Fue el segundo incremento consecutivo de la cifra anual, que llegó a un pico de 7 por ciento en junio de 2022, pero aún está por encima de la meta del 2 por ciento de la Fed.
El aumento de los precios de la gasolina está erosionando los ingresos de los estadounidenses. Después de algunas ganancias sólidas la primavera pasada, los ingresos ajustados a la inflación cayeron en agosto por segundo mes consecutivo.