Tres biólogos del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) concluyeron que el terreno donde Elite Towers levantó una torre de telecomunicaciones en el barrio Indios de Guayanilla no es un humedal, pero pudiera tener agua subterránea a escasa profundidad.
Además, los expertos consignaron en un informe fechado el 6 de junio que la ubicación de la torre no concuerda con las coordenadas provistas en la relación de hechos de la demanda sometida por el Gobierno Municipal de Guayanilla contra la empresa, la cual se basa en el permiso de construcción concedido por la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe).
Igualmente, aseveraron que el contratista permitió que discurrieran desechos de concreto hacia el humedal ubicado a 30 metros de la base de la torre, lo que supone una violación a la reglamentación vigente.
El informe fue revelado hoy por la senadora independentista María de Lourdes Santiago, quien lo solicitó al DRNA luego de que la agencia se negara reiteradamente a proveérselo al ciudadano que presentó la querella que propició la evaluación técnica, Manuel Díaz Pérez.
El biólogo Ramón Rivera Lebrón, de la División de Ecología Terrestre, suscribió el informe. El experto relató que visitó el área de construcción en el sector San Germán, el pasado 6 de junio, junto a los también biólogos de la agencia, Rossana Vidal y José Sustache. Igualmente, le acompañaron dos vigilantes de la región de Ponce.
El día de la evaluación había llovido y las quebradas entre Ponce y Guayanilla estaban desbordadas, mas el hueco de la base no tenía agua, apuntó Rivera Lebrón.
“Esto sugiere que el predio donde se encuentra la ubicación de la torre no contiene suelos hídricos, de otra manera los cimientos hubieran estado inundados”, expuso.
Agregó que en el lugar de la construcción “no observamos especies de plantas circundantes a los cimientos que fueran indicadores de humedales”.
Rivera Lebrón señaló que a 30 metros de la base de la torre ubica un humedal, el cual está a una elevación más baja.
Según su criterio, esta es una “razón por la que no descartamos que exista acumulación de agua subterránea a una escasa profundidad bajo el suelo donde se proyecta construir la torre de la antena”. Cabe señalar que, al momento de la visita y la elaboración del informe, la torre de 130 pies de alto no se había instalado; ello ocurrió el pasado viernes, 4 de agosto.
Asimismo, el biólogo dijo que no se podía descartar que la excavación hubiese alcanzado el nivel freático, dada la cercanía con el humedal, pero resaltó que el concreto utilizado para fijar la torre -grava triturada con hormigón- “crea mayor resistencia a la estructura y también la hace más permeable, pero impide observar fácilmente el afloramiento de agua subterránea”.
Por otra parte, Rivera Lebrón confirmó la denuncia realizada por varios residentes de que se vertieron desechos de concreto hacia el humedal.
“Se pudo observar los desechos solidificados de cemento desde la construcción de los cimientos hasta el humedal”, afirmó el biólogo. “Aunque a simple vista no se observan daños a la vegetación, es conocido que el concreto ocasiona impactos sobre los recursos hídricos. Además, esta es una acción contraria a lo establecido en la reglamentación vigente”.
Igualmente, Rivera Lebrón calificó como deficiente el Plan para el control de la erosión y prevención de sedimentación puesto en vigor por el contratista, pues no impedía que el terreno de la construcción se desplazara hacia el humedal.
Con próximas lluvias, ese material se depositaría en el humedal “ocasionando graves problemas de sedimentación y, por consiguiente, afectando la vida silvestre que allí existe”.
“Cabe señalar que en el humedal existe una población de juey de tierra muy abundante que puede verse afectada con estos desechos”, sentenció.
De otro lado, Rivera Lebrón manifestó que el proyecto está rodeado de áreas críticas. A 100 metros está el Área con Prioridad de Conservación Punta Verraco. Mientras, a 500 metros al oeste ubica el Área con Prioridad de Conservación del Guabairo y el hábitat crítico federal para Varronia rupícola, ambas especies en peligro de extinción.
En cuanto a la ubicación de la torre, expresó que “la localización del proyecto según las coordenadas ofrecidas en la relación de hechos de la demanda ubica en un lugar diferente a donde en la actualidad se construye la estructura en cuestión».
Elite Towers construyó la torre luego de que el juez Hamed Santaella Carlo fallara a su favor en la demanda incoada en su contra por la alcaldía de Guayanilla y tres residentes del sector San Germán. Todavía la construcción no ha concluido, pues falta la instalación de cables y una subestación eléctrica.
De todas formas, si el terreno no es un humedal. tiene un acuífero subterráneo que está, o estará eventualmente, afectado. ¿A donde tiene esta gente del DRNA la cabeza metida o será que los tienen metidos en los bol$illo$ de alguna persona (natural o jurídica)?