A pesar de que hace casi dos meses la secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Anaís Rodríguez Vega, se comprometió a interceder ante el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE, en inglés) para que autorice la limpieza del río Jacaguas en Juana Díaz, nada ha pasado.
Rodríguez Vega estuvo en la ciudad el pasado 23 de mayo y el alcalde Ramón Hernández Torres le informó que había separado $140 mil para realizar la limpieza, con empleados municipales, en la parte del río que pasa detrás de las comunidades Arús y Manzanilla.
La propuesta municipal surgió ante el hecho de que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) ha abandonado su deber ministerial de mantener limpios los cuerpos de agua del país.
En ese momento, la funcionaria se mostró dispuesta a “apoyar al Municipio de Juana Díaz para que este proyecto se lleve a cabo y que las demás agencias hagan las evaluaciones pertinentes para que le den paso”.
Sin embargo, desde entonces Hernández Torres no ha tenido respuesta de la secretaria para conocer el estatus del trámite.
“Le escribimos a la secretaria y no hemos recibido ni una llamada, ni una contestación ni un acuse de recibo sobre esa comunicación que le enviamos con copia al gobernador (Pedro Pierluisi Urrutia), así que seguimos en la espera”, describió el alcalde esta semana en entrevista con La Perla del Sur.
Hernández Torres se comunicó con la oficina de la comisionada residente de Puerto Rico en Washington D.C, Jenniffer González Colón, y recibió información que apunta a que Rodríguez Vega no ha realizado el trámite ante USACE.
“Una ayudante de la comisionada me dijo que (el DRNA) habían sometido un permiso de emergencia en un momento dado, no solo para Juana Díaz sino para otras partes de Puerto Rico, pero que del área de Ponce nadie le había dado seguimiento y el proceso murió”, contó el alcalde.
El desbordamiento del río Jacaguas es un problema crónico que se ha agravado en años recientes. Durante y después del paso del huracán Fiona en septiembre del 2022, el río salió de su cauce tres veces.
Cuando esto ocurre, se inundan las residencias de Arús y Manzanilla, entre otras comunidades aledañas, y queda intransitable la carretera PR-1.
“Cuando ocurra algo, lamentablemente, yo no quiero escuchar a la secretaria decir que apareció el permiso, o al gobernador lamentándose. Yo creo que tenemos que ser responsivos y responsables”, aseveró Hernández Torres.