La demora en el recogido de cadáveres por parte de los agentes funerarios sigue siendo un problema para el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), confirmó ayer su directora ejecutiva, María Conte Miller.
“Tengo que resaltar que no todas las funerarias tienen neveras y no es requisito tener. La única obligación que tienen las funerarias es que tengan un servicio rápido. Esto obliga a los agentes funerarios a responder rápidamente para recoger el cadáver”, señaló la funcionaria durante una vista pública sobre la Resolución de la Cámara 655.
La medida investiga cómo afecta a la operación del ICF el envío de cadáveres por parte de fiscales y médicos, y fue discutida ayer por la Comisión de Seguridad Pública, presidida por el representante Luis Ortiz Lugo.
Sobre la tardanza de los funerarios, que provoca un cúmulo de cadáveres en el ICF, Conte Miller comentó que “nos preocupa mucho el espacio que tenemos porque uno nunca sabe lo que pueda ocurrir en el futuro”.
La directora enfatizó que le interesa llegar a un acuerdo que agilice el proceso, sin tener que llegar a la imposición de multas.
“Lo que el Instituto desea es buscar el mecanismo que permita a ellos (funerarios) recoger ese cadáver en menos tiempo posible, sin que incluya ningún tipo de penalidad”, sostuvo.
Aunque la ley faculta al ICF a cremar un cadáver si tiene más de 10 días allí, independientemente si ha sido identificado o no, Conte Miller manifestó que prefiere poder lograr entregarle el cuerpo a la familia.
“Nuestro deseo es que la persona fallecida se reúna con su familia”, senteció.
Con relación a la RC 655, Conte Miller explicó que se estableció un nuevo protocolo entre el ICF, el Departamento de Justicia, el Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico y la Asociación de Hospitales para reducir la cantidad de cadáveres que se envían a la agencia.
“Este protocolo establece que, antes que el cadáver sea referido al Instituto por un hospital, se nos hace una consulta y nosotros aceptamos o declinamos la jurisdicción”, señaló.
La jefa de los fiscales interina del Departamento de Justicia, Jessika Correa, confirmó el acuerdo.
“Luego de estas reuniones se acordó que cuando sobreviniere una muerte en un hospital, antes de activar a un fiscal para que emita una boleta refiriendo a un cadáver al ICF, el personal del hospital debe completar un formulario con información el fallecido”, indicó Correa.
Si el médico entiende que se trata de una muerte natural, no tiene que llenar el formulario.