Pese a que fue anunciado con bombos y platillos por el gobernador, Pedro Pierluisi Urrutia, el multimillonario proyecto para completar la autopista PR-10 -conectando a Ponce con Arecibo- aún se encuentra en la etapa de diseño, por lo que no hay una fecha certera para su inicio.
El proyecto fue objeto de una vista pública de la Comisión de Desarrollo de la Región Sur Central, celebrada ayer en el Senado.
“La PR-10 no es un proyecto más, es uno de desarrollo económico para conectar el norte con el sur, es la única vía que une dos puertos…Esto significa también turismo para esta zona y también espacio para seguridad. Esto no es un capricho, es una necesidad de desarrollo encaminada, pero con una planificación y protección del ambiente.”, expresó el presidente de la comisión, el senador Ramón Ruíz Nieves.
En representación de la Autoridad de Carreteras (AC), Marco García reconoció que los cuatro tramos restantes de la vía aún están en la etapa de diseño.
“La agencia contempla cuatro proyectos o fases de construcción: AC-100069 (100 por ciento diseñado); AC-100071 (diseñado excepto puentes y muros en un 35 por ciento); AC-100055 (35 por ciento en diseño preliminar) y AC-100079 (35 por ciento en diseño preliminar), que son trabajadas bajo un mismo proyecto bajo la metodología de subasta de diseño y construcción”, dijo.
La inversión para el desarrollo de la PR-10 se estima en $552 millones, de los cuales $540.7 millones provienen de los fondos CDBG-MIT y los restantes $11.3 millones son de fondos estatales
La obra abarcará un tramo de, aproximadamente, 7.6 kilómetros de largo que recorre 20 puentes y cerca de 30 cuerpos de agua a lo largo de uno de los terrenos más empinados de la Isla.
Según indicó el gobernador en enero pasado, el proyecto beneficiará a 1.3 millones de personas y generará aproximadamente 9,720 empleos para los residentes de la zona central, traducidos en 5,400 directos, 3,780 indirectos y 540 inducidos.
En su turno, la senadora del Partido Independentista Puertorrqueño, María de Lourdes Santiago, cuestionó también el aumento en el precio del proyecto, así como quién tomó la decisión. García reiteró que son estimados de la ACT basados en la experiencia que ven en el día a día con los proyectos.
A preguntas de sobre el tiempo estimado de 114 meses para completar las fases, el deponente indicó que los tiempos son estimados y dependen del proponente seleccionado.
Asimismo, Ruíz Nieves preguntó si al final la PR-10 terminará con una plaza de peaje y García contestó que no está contemplado un peaje para el trayecto en esa vía.
En términos de impacto ambiental, García dijo que, entre otros, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre Federal concurrió con la determinación de que el proyecto no afectará adversamente especies vulnerables o en peligro de extinción. La Oficina de Gerencia de Permisos emitió la determinación de cumplimiento ambiental, la cual se mantiene vigente, estableciendo que se puede completar la construcción de la carretera.
En febrero de 2022, la Administración Federal de Carreteras (FHWA, en inglés) emitió la aprobación de la documentación de revaluación ambiental presentada por la ACT para los cuatro segmentos remanentes.