Las calles del sector Puerto Viejo del barrio Playa de Ponce volvieron a quedar sucias y malolientes el pasado fin de semana debido al desbordamiento de aguas usadas, durante la inundación causada por el paso de una vaguada que dejó 10 pulgadas de lluvia en este municipio.
Hace apenas dos meses, los vecinos del área tuvieron que soportar tres días de hedor tras el huracán Fiona, pero es algo que les ha ocurrido en innumerables ocasiones durante periodos de lluvia fuerte.
El alcalde de Ponce, Luis Irizarry Pabón, aseguró el jueves -nuevamente- que el ayuntamiento y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) trabajan para solucionar de manera definitiva este problema, que representa un riesgo a la salud de los residentes de Puerto Viejo.
Por lo que han concluido al momento, en periodos de lluvia intensa, las descargas de la tubería pluvial -que es jurisdicción municipal- se unen con las descargas de la tubería sanitaria -operada por la AAA- y quedan atrapadas en las calles de esta comunidad, a pesar de que las bombas de extracción de agua funcionan correctamente.
Durante el paso de Fiona, la situación se complicó con la marejada ciclónica, que servía de barrera e impedía el libre flujo de las aguas.
En aquella ocasión, Irizarry Pabón dijo que se había colapsado una tubería sanitaria. No obstante, la directora regional de la AAA en Ponce, Amairis Esteves, negó la rotura y atribuyó el problema a la incapacidad de las bombas para expulsar el agua de lluvia, por lo que se inundaron las alcantarillas.
Luego de echarse culpas mutuamente, el municipio y la AAA aseguraron que trabajarían para arreglar el problema. Dos meses después se repitió la historia.
“Aquí tenemos que profundizar más y tanto el municipio como Acueductos tienen el compromiso de resolver esto de una vez y por todas. Tan pronto se normalice esto de las lluvias se van a intensificar ciertas medidas especiales”, dijo Irizarry Pabón a La Perla del Sur, sin ofrecer detalles del curso a seguir.