Cientos de personas protestaron hoy, viernes, de nuevo en la calle Resistencia del Viejo San Juan contra la compañía LUMA Energy, a cargo de la transmisión y distribución de la energía eléctrica en la isla.
Los constantes apagones que ocurren a diario en la isla desde que en junio de 2021 LUMA empezó a trabajar en Puerto Rico y los aumentos de la factura pese a las interrupciones eléctricas fueron algunas de las causas que han provocado que los puertorriqueños se echen una vez más a la calle a manifestarse.
Los ciudadanos cansados de los cortes de luz pidieron al gobierno local que rescinda el contrato con la compañía eléctrica con pancartas y consignas como «Pal carajo LUMA», «Si Pierluisi no se va lo sacamos a patas», «Pierluisi atiende Puerto Rico no se vende» y el sonido de tambores y cacerolas se escucharon durante la manifestación.
«Exigimos que el contrato con la energía eléctrica sea derogado, ese contrato es nulo porque ese contrato afecta la vida de la gente de Puerto Rico y por eso nos hemos convocado para exigir a nuestros representantes que anulen este contrato y que no extiendan el contrato con LUMA», aseveró en una entrevista con EFE la manifestante Alegna Malavé.
En este contexto, Bili Delgado, de 64 años, afirmó a EFE que se considera mayor para acudir a una manifestación pero lo hace para que las nuevas generaciones tengan «un futuro mejor» porque para él lo que está ocurriendo con LUMA es «un abuso».
Por otra parte, Lauce Colón también reclamó que no se privaticen las playas de Puerto Rico. La mujer explicó que un ejemplo de la privatización ilegal que están sufriendo las costas de la isla se puede apreciar en la reserva natural y marina de la Cueva del Indio, en el municipio de Arecibo, donde se exigen $10 dólares por persona para acceder a la zona.
«La comunidad se está organizando para poder exigirle al Gobierno de Puerto Rico y al Departamento de Recursos Naturales que se haga un deslinde y se declare un camino directo hasta la reserva natural marina con un plan de manejo», exhortó Colón.
Durante la protesta, al grito de: «las playas son nuestras» y «Puerto Rico no se vende», los manifestantes solicitaron la libertad de acceso a todas las playas puertorriqueñas.
La red eléctrica de Puerto Rico es muy frágil desde hace décadas, pero muchos se quejan de que la llegada hace más de un año de LUMA no ha mejorado el servicio y ha supuesto una subida de los precios de la luz.