El contrato para la construcción de los últimos cuatro tramos de la carretera PR-10 entre Utuado y Adjuntas se adjudicará en el verano de este año, estimó el director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), Edwin González Montalvo.
“Llevamos un proceso extenso donde se hizo Solicitud de Calificaciones y Solicitud de Propuestas. Estamos en la etapa final de discusiones con los consorcios que están compitiendo, que son tres, y esperamos en este verano estar anunciando la adjudicación del proyecto”, comunicó González Montalvo en entrevista con La Perla del Sur.
Cuando concluyan los cuatro tramos, la PR-10 acortará el tiempo de viaje entre Ponce y Arecibo, convirtiéndose en una opción alterna al expreso PR-52 para desplazarse entre el norte y el sur del país.
La ACT, con personal interno y subcontratado, ya terminó el diseño de dos de esos tramos, uno de 1.57 kilómetros y otro de 1.84 kilómetros. La subasta que está por adjudicarse contempla que la empresa seleccionada se encargará de diseñar los dos restantes -uno de 2.29 y otro de 1.83 kilómetros- y construir todos.
“Es un proyecto que estimamos que tome cerca de cinco años la construcción”, señaló el ingeniero, al comentar que se sufragará con una asignación de $540 millones del Departamento de Vivienda federal (HUD, en inglés).
Además de la subasta, González Montalvo confirmó que el proceso de evaluación ambiental está en curso.
“Está ahora mismo activo, hemos recibido comentarios y estamos dentro del calendario. Está todo fluyendo muy bien”, indicó.
Con un historial de vicios de construcción que han propiciado derrumbes y reparaciones constantes en esta vía, la cual comenzó a construirse en la década del 1970, el jefe de la ACT aseguró que se tomarán las medidas necesarias para que los últimos tramos queden óptimos a nivel de ingeniería, sean seguros y no impacten negativamente el ecosistema del centro del país.
“Es algo que hemos tratado con muchísima seriedad. Hemos cumplido con todos los requisitos y hemos aprendido esas lecciones del pasado, en las cuales quizás se hacían movimientos de tierra sustanciales en el área de la montaña”, expuso.
“Por eso, en parte, este proyecto tiene básicamente 20 puentes para, en lugar de hacer cortes y rellenos en la montaña, se impacte lo menos posible colocando ese puente sobre sus columnas para entonces proceder en la construcción del mismo”, detalló.
“Se han hecho estudios sustanciales, se ha analizado detenidamente por parte de personal de la Autoridad de Carreteras y consultores expertos contratados para asegurarnos de que no pasen esas situaciones. Se han hecho los análisis necesarios y hemos sido sumamente cuidadosos”, insistió.
González Montalvo agregó que los peritos de la Administración Federal de Carreteras (FHA) y HUD también participan en la evaluación del proyecto.