Jennifer Wolff Conde, la mujer que durante las décadas del 1980 y 1990 fue reconocida como la figura más contundente e influyente del periodismo de investigación en Puerto Rico, falleció este martes en la capital de España, tras batallar contra un cáncer metastásico que en los pasados meses le dejó sin más alternativas de tratamiento.
De curiosidad intelectual y lucidez analítica excepcional, a lo largo de su carrera en el periodismo procuró revelar todo lo que no era evidente, incluyendo a los actores de los poderes económicos y políticos que impedían el pleno desarrollo del pueblo puertorriqueño.
Sus valientes coberturas de las guerras en Kuwait y Somalia, además, no solo fueron experiencias de connotación global que aportaron ópticas realistas sobre el drama humano de estos conflictos bélicos. De entrada fueron hitos para el periodismo nacional.
Estas y muchas otras aportaciones le merecieron los premios más importantes del país por la excelencia de su labor investigativa. Entre ellos, el Premio Malén Rojas a la Excelencia en Periodismo Investigativo, el Premio Eddie López por Servicio Público distinguido en el periodismo, y el Premio Andrew Viglucci.
Más adelante, Wolff Conde laboró como ejecutiva de relaciones públicas, donde también recibió múltiples distinciones profesionales, en reconocimiento a sus contribuciones.
Entre los años 1996 y 2005 fue vicepresidenta y gerente de grupo para la firma de relaciones públicas Comstat Rowland, y entre 2005 y 2011 fue gerente general de la multinacional Hill & Knowlton.
Posteriormente, se unió al equipo del Centro para una Nueva Economía, donde realizó puntuales aportaciones y adquirió valiosos conocimientos en temas de energía, deuda y economía, dentro de la crisis fiscal puertorriqueña.
Allí fungió como directora de Comunicaciones, directora senior de programas, y también fundó y dirigió el Buró de Madrid de la organización, desde donde, en los pasados años, brindaba una perspectiva europea a las discusiones en torno a la situación puertorriqueña, del Caribe y los Estados Unidos.
En esos años también llegó al recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, para retomar un sueño de toda la vida: estudiar Historia. Culminó un doctorado en esa disciplina, especializándose en el Caribe hispano de los siglos XVI y VII e investigando el tema de la esclavitud y el contrabando transatlántico.
Su tesis publicada en el año 2022 bajo el título de ‘Isla Atlántica’, Puerto Rico, Circuitos antillanos de contrabando y la formación del Mundo Atlántico, 1580-1636 tuvo aplaudida acogida, tanto en los círculos historiográficos de España, como de Puerto Rico y el Caribe hispano.
A Wolff Conde le sobreviven su hija Cristina Esteves Wolff, su más importante proyecto de vida, y su padre, George Wolff, que siendo alemán judío, de niño huyó del Holocausto hacia Estados Unidos. Ya adulto, en una visita laboral a Puerto Rico, se enamoró de Carmen Laura Conde, puertorriqueña, y gestó su familia. Al presente, reside en el estado de Florida.
También le sobrevive su compañero sentimental, Joseph Laws, con quien se estableció en Madrid y disfrutó sus últimos años.
En declaraciones escritas, su familia anunció que el cuerpo de Wolff Conde será cremado en Madrid y que posteriormente anunciarán una actividad de recordación a celebrarse en Puerto Rico.
En paz descanse…