“Ahí no tenemos ninguna buena noticia. Todo lo contrario”, disparó de entrada el alcalde de Villalba, Luis Javier Hernández Ortiz.
Esto tras divulgar que el proyecto para convertir a los pueblos de Orocovis, Barranquitas, Ciales, Morovis y Villalba en titulares de una red eléctrica autónoma -con la central hidroeléctrica Toro Negro y fincas solares como fuente- corre el peligro de volverse otro natimuerto.
El descarrilamiento, aseguró, ocurre aun cuando el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia encabezó una conferencia de prensa casi tres años atrás en la que firmó un convenio para concretar la obra, flanqueado por los alcaldes de los cinco municipios agrupados bajo la entidad Consorcio Energético de la Montaña (CEM)
“Alguien está intentando aguantar el proyecto”, puntualizó Hernández Ortiz, “y es muy lamentable, porque es un proyecto pionero en el país. Ha sido el proyecto que más detenido ha estado y el gobierno no ha cumplido su palabra”.
El convenio que Pierluisi Urrutia anunció el 3 de junio de 2021 estipulaba la asignación de $5 millones en fondos federales CDBG-DR para la fase de diseño de una micro red que contaría con la central hidroeléctrica enclavada en Villalba como base, además de sendas fincas solares en los cinco pueblos, para producir colectivamente 130 megavatios de electricidad y almacenar otros 400 megavatios.
No obstante, la transferencia al CEM de la casi centenaria central Toro Negro “no ha avanzado un centímetro”, insistió el alcalde de Villalba, lo que pone en riesgo la radicación de propuestas para acceder a más fondos federales de emergencia.
Según sus estimados, se trata de “$50 a $60 millones de dólares que están disponibles y que pueden significar la verdadera resiliencia de los pueblos del consorcio y de los cerca de 150 mil residentes del centro, de la montaña”.
“Hemos estado en una larga negociación con la división legal de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), pero al día de hoy ellos siguen poniendo excusas y no se ha podido finiquitar el asunto”, declaró.
“Y sin la central el proyecto realmente no corre. Sin la central no hay proyecto completo”, reiteró.
Al ser cuestionado sobre los reparos formulados desde la AEE, Hernández Ortiz sentenció que “en términos jurídicos no hay ninguno, porque ya hay un compromiso y un Memorando de Entendimiento que se firmó, que básicamente obliga a la Autoridad a cumplir”.
“Pero, como me preguntas, yo creo que es más una cuestión política, que no quieren mover un paso al frente”.
“¿Cree que la privatización del servicio eléctrico y la llegada de compañías como Genera y LUMA intervienen en ese bloqueo?”, preguntó La Perla del Sur.
“Pudiera ser”, contestó. “No me atrevería a decirlo categóricamente, pero la realidad del caso es que aquí todos los elementos se unen para competir contra un proyecto que al final del camino es revolucionario”.
“Por darte un ejemplo, Orocovis fue de los últimos pueblos que recobró la electricidad después del huracán María y aquí demostramos que el Consorcio Energético es la respuesta. No la red eléctrica actual”.
“Allí están igual o peor, porque en términos de generación todos sabemos que el gobierno no está preparado, que la generación está frágil y que el sistema sigue igual de vulnerable”, puntualizó.
A contracorriente
Aun así, Hernández Ortiz adelantó que la radicación de propuestas por parte del consorcio y el seguimiento de estas en el área de planificación de CDGB-DR “está corriendo independiente al tema de la transferencia de la central. Pero, como ya dijimos, es una realidad. Sin la central no hay proyecto completo”.
Según describió, los $50 a $60 millones que el consorcio solicita se emplearían para actualizar y automatizar la central hidroeléctrica, renovar sus generadores e “instalar un sistema de almacenamiento de baterías allí, para aumentar la capacidad de la central que ofrece 15 megavatios para llevarla a 20 megavatios”.
“El resto de la inversión sería para la finca de placas solares”, agregó.