Preocupados por el futuro del árbol de tamarindo sembrado por Pedro Albizu Campos, al igual que por las piezas de arte público creadas por Elizam Escobar y Rafael López del Campo, participantes de una asamblea de pueblo reclamaron este miércoles que no se proceda al rediseño y reconstrucción de la Plaza de la Revolución de Lares, sin consulta y participación ciudadana.
Tras una convocatoria abierta que atrajo al lugar a cerca de una treintena de vecinos y visitantes, el colectivo reaccionó con preocupación y malestar a un boceto divulgado meses atrás por la administración municipal, donde se muestra una plaza renovada y desprovista de sombra.
En dicho espacio permanecen al presente una decena de árboles maduros de la especie Callistemon citrinus o Cepillo de botella, y el árbol de tamarindo que Albizu Campos sembró el 23 de septiembre de 1932, durante un acto simbólico para rescatar la memoria del Grito de Lares.
El mismo se plantó con semilla traída de la Quinta de Simón Bolívar en Colombia y se sembró con tierra de 21 repúblicas latinoamericanas: una gestión en la que participó la educadora, poeta chilena y ganadora del Nobel de Literatura en 1945, Lucila Godoy Alcayaga, mejor conocida por el seudónimo de Gabriela Mistral.
Tanto este ejemplar como los demás árboles en la plaza fueron abatidos seis años atrás por el huracán María, pero aún permanecen en pie. No así tres que ubicaban frente a la contigua Iglesia San José y que fueron talados.
“La ausencia de espacios de sombra en la maqueta oficial presentada por el municipio es alarmante”, estipulaba entre otros asuntos puntuales la carta que los organizadores de la asamblea pretendían entregar al alcalde Fabián Arroyo Rodríguez o a su representante.
Asimismo, activistas como Dominga Estrella Flores Anaya pidieron a viva voz durante el encuentro que en Lares no se repita la historia de Ponce con su centenaria Ceiba, la que murió tras la canalización del río Portugués y otras obras a su alrededor, aún con la promesa de los “agrónomos que contrató el municipio y que dijeron que eso no ocurriría”.
“También hay que asumir con mucha seriedad el impacto que tendrá el reducir árboles que actúan como barrera en la salud inmediata del árbol (de tamarindo)”, expuso en otro momento Aixa Tolentino Miranda, quien figuró entre las moderadoras de la asamblea.
“No remover ese árbol no es la única manera de protegerlo”, continuó la activista, al referirse al balance y protección que ejercen entre sí estos ejemplares.
Habla el secretario municipal
Entre los presentes en la asamblea figuraba Carlos Javier Pérez López, quien abiertamente se identificó como secretario municipal del ayuntamiento y encargado del proyecto de rediseño de la Plaza de la Revolución.
En su alocución al grupo expuso que la imagen publicada en las redes sociales de la alcaldía correspondía a un prototipo del diseño para la plaza, donde se cumplía con el requerimiento municipal para corregir daños y desniveles en las losas, “los desagües, hacer más accesible la plaza, más abierta” y “más cómoda para el público”.
Asimismo, se comprometió a circular horas más tarde “la versión final” del diseño del proyecto y expresó el interés de la administración municipal para conservar el árbol de tamarindo y otros símbolos patrios, como el busto de Ramón Emeterio Betances creado por Rafael López del Campo y el mosaico de la autoría de Elizam Escobar, inspirado en el mapa que emplearon los revolucionarios para planificar el Grito de Lares.
“Pero este espacio hace más de 30 años que no se rehabilita”, argumentó.
Sobre el más reciente diseño para la plaza, agregó públicamente que “tiene árboles, tiene jardines, jardineras más grandes para los árboles”, pero en posterior entrevista con La Perla del Sur reconoció que los ejemplares de Cepillo de botella existentes en el lugar se removerán “casi todos”.
“Casi todos se remueven, excepto tres o cuatro árboles, pero cuando uno va a remover un árbol, sea privado o público el espacio, tiene que sembrar tres”, ripostó.
La remoción, agregó el funcionario, conllevará que se “replanten en el barrio Piletas (de Lares), para que la gente venga y sepa que ese árbol fue de la plaza”.
Según relató, la directriz para la remoción de los árboles y sus raíces responde a recomendaciones de una firma contratada, que no identificó, “para hacer una plaza más segura, tanto para los lareños como los visitantes”, ya que con el paso del huracán María muchos se inclinaron y, al hacerlo, levantaron fragmentos de aceras, porciones del suelo y una sección del mapa de Elizam.
Según imágenes publicadas por el Gobierno Municipal de Lares en la red social Facebook el pasado 24 de marzo, el diseño del proyecto fue presentado por la firma Applied Engineering Group.
Sobre el árbol de tamarindo, Pérez López aseguró que no se removerá ni impactará con las obras propuestas y añadió que el proyecto contempla la creación de desagües para que copiosos episodios de lluvia no dañen ni afecten el ejemplar.
“Incluso, se está contemplando la limpieza de todo el hongo que tiene”, continuó.
En cuanto a los monumentos dedicados a Betances y al mapa revolucionario, sostuvo que también “se quedan donde están” y que la obra de Elizam será restaurada en el lugar.
Todo esto, alegó el secretario municipal, cuenta con el aval del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), “ya que tiene inherencia en el área del tamarindo, el Betances, el mapa y la plaza en sí, porque nosotros tenemos que pasar los planos al Instituto de Cultura para su aprobación, ya que este espacio es espacio histórico”.
La Perla del Sur intentó corroborar el dato con Lemil Collazo, asesor de Comunicaciones para el ICP, pero al cierre de este reportaje no fue posible obtener una confirmación.
Por último, se cuestionó a Pérez López por qué no se ha hecho a la comunidad partícipe del proceso, como reclamaron este miércoles los asistentes a la asamblea de pueblo, a lo que respondió que “no han pedido participación”.
“Se hicieron vistas públicas para este y otros asuntos en el centro comunal de Piletas, como en abril o mayo”, agregó.
No obstante, a preguntas específicas sobre si en ese momento se notificó a la ciudadanía que se realizaría una presentación y discusión sobre la remodelación de la Plaza de la Revolución, respondió que “no, eran varios asuntos, incluyendo la remodelación de parques”.
“Evidentemente no fue popular”
Sobre el tema, Tolentino Miranda puntualizó que, si en efecto se concretó una vista pública donde se divulgó la propuesta remodelación y remoción de árboles, igualmente válido es el reclamo que este miércoles residentes de Lares y Puerto Rico formularon en la plaza.
“No quiero entrar en dimes y diretes sobre si se convocó o no, pero sí quiero señalar que si hubo una convocatoria, evidentemente no fue popular. Evidentemente, no llegó a los oídos de toda la gente que debía llegar”.
“Así que, haya sido antes o después que la gente se haya enterado que esto está sucediendo, hay que validarlo igual”, continuó. “Si debe haber una, dos, tres, cuatro, cinco vistas (públicas), que son las que pide el pueblo, ¿cuál es el problema?”, preguntó.
Estas vistas, insistió, permitirían además la aglutinación de profesionales como arboristas, dasónomos, agrónomos y arquitectos paisajistas dispuestos a colaborar, tanto con ideas como esfuerzos, para que se preserven los árboles de la plaza, cuya edad rebasa los 20 años, según afirmaciones de vecinos.
“Lo cierto es que la remoción de árboles en muy pocos casos es exitosa y, además, no tiene sentido mover estos árboles a otro lugar, cuando aquí hacen falta más”, expuso Tolentino Miranda.
“Todo esto, lo que nos demuestra es la inexistencia de apoyo técnico (de los proponentes) y por eso, insistimos, soluciones hay, pero hay que buscarlas”.
Al cierre de la asamblea, el secretario municipal se comprometió a organizar una reunión abierta en la que presentaría estudios técnicos y respondería a preguntas, junto a otros funcionarios y contratistas.
El propuesto rediseño de la Plaza de la Revolución se financia con una partida de fondos federales dirigidos a la rehabilitación de espacios públicos en Lares. La asignación, adelantó Pérez López, permitirá además la creación del Museo de Historia General en la Mansión Levy o casa La Rambla.