Con una carga explosiva compuesta por 1,200 libras de dinamita, el antiguo Centro Vacacional Playa Santa en Guánica fue implosionado este martes.
La estructura de 13 pisos y 98 apartamentos, propiedad de la Asociación de Empleados del Estado Libre Asociado (AEELA), cayó sobre su base a las 9:00 de la mañana en un operativo liderado por la empresa Alpha Demolitions.
Los explosivos, colocados en los pisos 1, 2, 5 y 9, provocaron el desplome de derecha a izquierda en medio minuto. El polvo se esparció hacia el mar en alrededor de ocho minutos, según habían previsto los ingenieros a cargo del proyecto.
El licenciado Moisés Rivera, representante de Alpha Demolitions, señaló que se eligió la dinamita para garantizar la caída completa del edificio, el cual quedó inhabilitado por los daños que le provocaron los terremotos de 2020.
También aseguró que el polvo que se levantó con la implosión no le haría daño a la vida marina, pues previamente se removió el asbesto y plomo de la estructura y el estacionamiento.
La limpieza se extenderá hasta abril de 2024, según dispuesto mediante contrato.
“Parecería que es un día feliz, pero no es un día feliz. Es un día de nostalgia para nosotros en AEELA, haber perdido este edificio como lo hemos perdido”, afirmó el director ejecutivo de AEELA, Pablo Crespo.
“Realmente, ha sido muy triste tanto para nosotros a nivel de la gerencia como para todos los empleados públicos y los familiares que han disfrutado de este centro vacacional por tantos años”, agregó.
El ejecutivo dijo que se hicieron múltiples análisis estructurales para tratar de salvar el complejo, pero no se pudo.
Sobre el futuro desarrollo de este terreno, ubicado en la zona marítimo terrestre del barrio Ensenada, anticipó que será tema de discusión en el seno del cuerpo directivo de AEELA.
“Tenemos que empezar a dialogar la administración, el comité ejecutivo, la asamblea de delegados para ver qué alternativas, qué posibilidades de desarrollo tenemos en esta área, pero siempre respetando el medioambiente porque eso es lo que AEELA quiere y lo que toda la comunidad quiere”, aseguró.
Crespo reconoció que “tenemos unos bocetos, unos esquemáticos, pero nada de eso es final”. Al insistirle en que precisara qué tipo de desarrollo buscarían, anticipó que un área recreativa de menor altura que el centro vacacional demolido.
“Hemos hablado de la posibilidad de construir bajito porque uno no puede descartar en la vida que haya otros terremotos en esta área y en todo Puerto Rico. De manera que esa es una situación que tenemos que atender”, manifestó.
Además, dijo que por la erosión costera “cualquier cosa que se haga en el futuro tiene que respetar esa situación que va a seguir”.
“Por eso estamos en un dilema en cuánto a qué se va a hacer porque hay que hacer unos estudios bien profundos para poder determinar cómo salvamos esa situación”, añadió.
Para poder realizar la implosión, se estableció un perímetro con un radio de 500 pies alrededor del edificio, que impedía la presencia de personas tanto en tierra como en el mar.