Los rescatistas evacuaron a sobrevivientes conmocionados de una gran isla de barrera aislada por el huracán Ian, mientras la cifra de muertos en Florida subía con rapidez y cientos de miles de personas seguían sin luz días después de que la enorme tormenta golpeara desde la costa suroeste del estado y hasta las carolinas.
Florida, con casi cuatro docenas de muertos, fue la más afectada por el huracán de categoría 4, uno de los más fuertes que ha tocado tierra en Estados Unidos. Calles inundadas y puentes destruidos a islas de barrera dejaron a mucha gente aislada, con señal limitada de celular y sin recursos básicos como agua, electricidad e internet.
El gobernador de Florida, Ron De Santis, dijo el sábado que el multimillonario Elon Musk proporcionaría unos 120 satélites Starlink para “ayudar a resolver algunos de los problemas de comunicación”. Starlink un sistema de internet basado en satélites creado por la compañía SpaceX de Musk, ofrecerá conexiones de alta velocidad.
Las compañías de servicios de Florida trabajaban para restaurar la electricidad. Para el sábado por la noche, casi un millón de viviendas y negocios seguían sin luz, en comparación con los 2.67 millones de unos días antes.
Se han confirmado al menos 54 muertos, 47 en Florida, cuatro en Carolina del Norte y tres en Cuba.
Más de 1,000 personas habían sido rescatadas de áreas inundadas tan solo a lo largo de la costa suroeste de Florida, indicó Daniel Hokanson, general de cuatro estrellas y jefe de la Guardia Nacional, a The Associated Press mientras viajaba a Florida.
En Washington, la Casa Blanca anunció que el presidente, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, viajarían a Florida el miércoles. El breve comunicado no dio más detalles sobre la visita.
El puente a Pine Island, la isla de barrera más grande ante la costa floridana del Golfo de México, quedó destruido por la tormenta, lo que la hacía accesible sólo por aire o por barco. El grupo de voluntarios Medic Corps, que envía pilotos, paramédicos y médicos a zonas afectadas por desastres naturales, iba puerta a puerta preguntando a los vecinos si querían ser evacuados.
Algunos se marcharon en helicóptero, y la gente describía el horror de estar atrapados en sus viviendas mientras el agua seguía subiendo.
“El agua no paraba de golpear la casa y veíamos barcos, casas, todo pasaba volando”, dijo Joe Conforti conteniendo las lágrimas. Dijo que, de no haber sido por su esposa, que sugirió que se subieran a una mesa para evitar el agua, no habría sobrevivido. “Cuando tienes el agua en la puerta y golpeando la puerta y ves lo rápido que va, no hay modo de sobrevivir a eso”.
El desbordamiento de ríos planteó un enorme desafío para las tareas de rescate y entrega de suministros. El río Myakka inundó un tramo de la carretera interestatal 75, la cual tuvo que ser cerrada temporalmente el sábado.
Si bien el nivel de los ríos del suroeste de Florida ha llegado a su punto máximo o está cerca de su punto máximo, no se espera que los niveles bajen de manera considerable durante días, detalló Tyler Fleming, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Tampa.
En Carolina del Norte, la tormenta derribó árboles y tendidos eléctricos. Dos de las cuatro muertes en el estado se debían a choques de vehículos asociados a la tormenta. Los otros dos eran un hombre que se ahogó cuando su camioneta cayó a un pantano y otro murió por intoxicación de monóxido de carbono por un generador en un garaje.