“Lo hicimos por nuestra seguridad. La carretera ya era demasiado peligrosa”.
Cansados de esperar a que funcionarios municipales o estatales removieran la vegetación que ha mantenido arropada, por años, la carretera PR-139, residentes de la comunidad La Carmelita en Ponce crearon una brigada y empezaron a hacerlo ellos mismos.
Cada uno aportó lo que pudo: machetes, podadoras, rastrillos y palas. Otros contribuyeron con dinero para comprar la gasolina que permitiera el uso de los equipos. Nelson Ramos, uno de los vecinos, puso y operó su retroexcavadora. Hubo quien, además, se ocupó de preparar el almuerzo para los trabajadores.
Y así, el pasado sábado, una veintena de personas se tiró a la carretera, a pesar del riesgo de seguridad que esto les representaba, para desyerbar las áreas donde la vegetación impedía más la visibilidad.

“Nos dimos a la tarea de limpiar la carretera porque nos cansamos de esperar por el gobierno, que sigue abandonando los campos de nuestro país”, dijo a La Perla del Sur la líder comunitaria de La Carmelita, Zory Méndez.
“Lo hicimos por nuestra seguridad. Se supone el gobierno lo haga, para eso pagamos contribuciones, pero lamentablemente no asumen su responsabilidad”, continuó.
La última gran limpieza en esta carretera la hicieron los propios vecinos luego del azote del huracán María, hace seis años. Desde entonces, las autoridades nada han hecho para evitar que los árboles, arbustos y bambú cubran hasta medio carril en algunos tramos, lo que provoca que los conductores invadan el carril contrario para poder continuar la marcha.
“Éramos 25 personas y comenzamos de arriba hacia abajo. Serían como cinco kilómetros, es decir, desde el 17 al 22”, explicó Méndez. “Lo hicimos así porque queríamos desyerbar las áreas más peligrosas”.
Una de las consideraciones que los frenó de hacer esta limpieza antes fue el temor a ser impactados por un vehículo en la carretera. La jornada, en ese sentido, transcurrió sin percances.

Sin embargo, uno de los voluntarios se cortó con el machete, aunque la líder comunitaria dijo que no fue de gravedad.
“Me da coraje porque, aunque como comunidad tenemos que ayudar también, no es justo que hagamos el trabajo que le corresponde al gobierno tanto estatal como municipal”, expresó.
A pesar de ese sentimiento agridulce, Méndez anticipó que el próximo sábado volverán a la carga para despejar otro tramo de la PR-139.