La ciudad de Ponce tendrá que esperar un año más para presenciar la inauguración del Anillo de Circunvalación Norte (PR-9), ya que la fecha para su conclusión y entrega apunta ahora al tercer trimestre de 2023.
De concretarse el pronóstico de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), la segunda fase del proyecto se entregaría con casi ocho años de retraso, ya que debió completarse en diciembre de 2015, mientras que el tercer tramo estaría listo cinco años después de lo estipulado originalmente, según datos revisados por La Perla del Sur.
Estos cambios además podrían significar alrededor de $23 millones en sobrecostos sobre el presupuesto asignado originalmente para ambas etapas.
La primera fase del Anillo de Circunvalación -que pretende crear una vía alterna al norte de la zona urbana- se completó en el año 2000 con una arteria que logró comunicar las carreteras PR-10 y PR-123 de Ponce.
Luego, en septiembre de 2012 la ACT arrancó con la construcción de la segunda fase del proyecto: otra vía que conectará las carreteras PR-123 y PR-132 mediante puentes y zonas de rodaje sobre montes, a un costo de obras que entonces rondaba los $37 millones.
El costo actual revisado, sin embargo, ya se posiciona en los $42.8 millones y para su conclusión se necesitarán cambios de orden que suman otros $12 millones, lo que elevaría su importe a los $54.8 millones, $17 millones más de lo presupuestado.
La tercera fase, un tramo de 1.62 kilómetros que conectará la PR-132 con la Avenida Baramaya -discurriendo con elevados sobre las riberas del río Pastillo, entre secciones de la urbanización Jardines del Caribe- debió concluir en agosto de 2018, a un costo estimado de $46 millones. Al presente, el mismo ronda los $51 millones.
Rinde cuentas la ACT
Los retrasos y sobrecostos, según el director ejecutivo de la ACT, Edwin González Montalvo, responden a múltiples causas, incluyendo daños provocados por el huracán María en el 2017 y los terremotos de 2020, así como interrupciones forzadas por la pandemia del Covid-19.
En el caso del segundo tramo, reconoció que el proyecto debió estar listo para verano de este año, pero señaló que retrasos en los estudios de suelo necesarios para atender los deslizamientos que han afectado la obra lo impidieron.
Se trata de tres derrumbes de terreno ocurridos en el verano de 2017.
“El trabajo es más complejo de lo que se había contemplado. Es un deslizamiento sustancial. Se hicieron análisis, estudios de suelo adicionales, se verificó el área para que el diseño fuera algo que solucionara el problema. Y, básicamente, se está cortando más el talud (donde ocurrieron los derrumbes) para asegurarnos de que esto no vuelva a ocurrir”, señaló.
Los pliegos de la subasta para estas mejoras se publicaron el jueves, 1 de septiembre. La presubasta fue el 13 de septiembre y la apertura de las propuestas está pautada para el 5 de octubre.
“Ese proyecto contempla cerca de 300 días, o sea, que estamos hablando de unos 10 meses para completar el proyecto… estamos hablando de que, quizás, para diciembre o enero debemos tener un mejor postor y para eso del 2023 estar terminando ese tramo”, estimó González Montalvo.
Hasta febrero del año pasado se habían invertido $40.5 millones en ese segmento y el costo actual revisado es $42.8 millones. El ingeniero anticipó que la subasta de los trabajos que restan será de “sobre $12 millones”.
Entretanto, González Montalvo explicó que, aunque el tercer tramo del Anillo debió estar listo en diciembre del año pasado, el proceso de negociación con Las Piedras Construction para al pago de la reconstrucción de unas vigas destruidas por el huracán volvió a retrasar la obra.
“Hubo unas vigas, que ya estaban instaladas, que se cayeron por el huracán y se estaba negociando si eso era parte de lo que se tenía que pagar o no, y verificando con los distintos seguros. O sea, que al final del día todo eso se tuvo que verificar, se hizo un análisis minucioso de eso y, una vez se tuvo esa negociación, se dio el visto bueno, la Federal Highway Administration concurrió y los trabajos se encaminan”, explicó el funcionario.
Asimismo, indicó que luego de aprobados los cambios en la orden, el contratista retomó las obras y próximamente se trasladarán al área de construcción las nuevas vigas del elevado afectado.
“Tiene un presupuesto revisado de $51.2 millones. Lo que esperamos es que para el primer trimestre del 2023 se esté culminando”, estableció González Montalvo.
Descarta un peaje, por ahora
Al cierre de este reportaje, una fuente de entero crédito indicó que la ACT ya contempla la ubicación de una plaza de peaje en la PR-9. Sin embargo, González Montalvo aseguró que eso no está en el panorama actual, aunque dejó entrever que en el futuro se podría considerar.
“Eso no es algo que ahora mismo está dentro de los planos del proyecto. En su momento, si se fuese a analizar algo de eso para quizás darle mantenimiento necesario a las vías, se estará anunciando, lo compartiremos con ustedes y con toda la ciudadanía para poder llevar ese mensaje. Pero ahora mismo no lo tiene”, declaró.
A insistencias de La Perla del Sur, se preguntó al funcionario si la instalación de un peaje allí está bajo su consideración, aunque no forme parte del plano de la obra, y a las reiteradas interrogantes respondió que “ahora mismo no”.
“Estamos enfocados en culminar el proyecto. Una vez se culmine el proyecto se tomará ese análisis si fuese necesario tocarlo, ya sea un peaje mínimo para el mantenimiento de las vías y asegurarnos que se les dé el mantenimiento adecuado, pero ahora mismo no está contemplado”, respondió González Montalvo.
(Jason Rodríguez Grafal colaboró en esta historia)
Esperemos no se retrase más
El o las plazas de peaje no nos las despinta nadie. Es la forma como funciona el gobierno de Puerto Rico. Recuerden que no fabricamos el dinero; o no saben de donde viene ?
Esta construcción lleva como 20 años, todavía tenemos que esperar más. Más rápido hicieron el expreso 52.
PUERTO RICO LO HACE MEJOR CUANTA ESPERA ..???? . SE ROBAN EL DINERO Y LA PACIENCIA DE UN PUEBLO …
Periódico la perla del Sur
Así funciona el gobierno de este país.Insultan nuestra inteligencia en nuestra cara.El proyecto que conecta la carr 123 con Baramaya, ha tardado 11 años.Han alargado el chicle hasta más no poder.En EEUU o en cualquier otro país hubieran tardado menos de 2 años.Los contratistas hartandose de dinero.Esto lo que dá es verguenza ajena.