Dos semanas después del paso del huracán Ian por Cuba, las autoridades reportaron que más de 89,000 viviendas fueron afectadas en la provincia occidental de Pinar del Río y el 62 por ciento de la población de esa localidad permanece sin electricidad.
El gobierno no indicó un monto total de pérdidas materiales. Tres personas perdieron la vida durante el tránsito del huracán, el 27 de septiembre.
Durante una reunión del presidente Miguel Díaz-Canel, divulgada por el portal oficial Cubadebate el martes, se señaló que las casas dañadas por Ian sumaron 89,071, de las cuales más de 10,000 fueron derrumbes totales. Además, se volaron 22,893 techos.
Unas 6,200 personas permanecen evacuadas y apenas el 38 por ciento de los usuarios cuentan con luz. En la ciudad cabecera del municipio La Palma se colocó un generador electrógeno con lo cual todos los pueblos más grandes cuentan con servicio, aunque los más pequeños o los más aislados aún no lo tienen.
En cuanto al abasto de agua se mantiene más o menos constante –con cisternas– y hasta la fecha el Ministerio de Salud no reporta situaciones de alarma epidemiológica.
Ian atravesó la isla de sur a norte por el occidente, ingresando por La Coloma, un poblado pesquero dedicado a la captura de la langosta y otros peces de gran valor y saliendo por Puerto Esperanza con categoría 3 y vientos de 125 millas por hora.
El paso del ciclón coincide con una seria crisis económica en la isla de más de dos años debido a la pandemia y las incrementadas sanciones de Estados Unidos; y una extrema vulnerabilidad del sistema energético nacional, que incluso llegó a una generación cero de corriente durante más de 10 horas en esa jornada, lo cual provocó un apagón nacional.
La Unión Eléctrica, la institución estatal que maneja todo lo relacionado a la producción de luz, continuó estas semanas aplicando un esquema de cortes programados debido a la carencia de generación debido a una infraestructura obsoleta que requiere de un caro mantenimiento y falta de combustible, según las autoridades.