Un cese al fuego hasta el miércoles fue acordado por Israel y Hamás, elevando la posibilidad de que haya más intercambios entre rehenes capturados por los insurgentes y palestinos encarcelados por Israel y un parón más prolongado en su guerra más letal y destructiva.
Once mujeres y niños liberados por Hamás regresaron a Israel el lunes en la noche luego de más de siete semanas retenidos en Gaza en el cuarto canje en base al acuerdo de la tregua original de cuatro días.
Treinta y tres presos palestinos liberados por Israel llegaron a Jerusalén Este y a la ciudad cisjordana de Ramala a primera hora del martes. Los reos fueron recibidos con fuertes vítores mientras su autobús avanzaba por las calles de Ramala.
El acuerdo para la prórroga de dos días elevó la esperanza de más ampliaciones, que permitirían también la llegada de más ayuda a Gaza, que se ha visto azotada por semanas de bombardeos israelíes y por una ofensiva terrestre que ha obligado a tres cuartas partes de sus 2.3 millones de residentes a huir de sus hogares.
Pero Israel sostiene que sigue decidida a aplastar las capacidades militares de Hamás y a acabar con sus 16 años de gobierno en la Franja. Esto supondría ampliar sus operaciones terrestres desde el devastado norte al sur.
Unas 240 personas fueron capturadas por Hamás en su ataque del 7 de octubre sobre el sur de Israel, que desencadenó la guerra. Más de 13,300 palestinos han muerto desde entonces, según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás. Alrededor de 1,200 murieron en Israel, en su mayoría durante la incursión inicial de Hamás.