Objetos que pertenecieron a Gabriel García Márquez, como la máquina en la que escribió «Cien años de soledad» y el traje de liqui-liqui con el que recibió el Premio Nobel de Literatura se exhiben en la Biblioteca Nacional de Colombia para conmemorar los 40 años de ese galardón.
La exposición «Gabo: 40 años del Nobel», inaugurada el viernes, incluye además un ejemplar de la primera edición de «Cien años de Soledad», el diploma de la Academia Sueca y la medalla del Premio Nobel, que recibió en diciembre de 1982 en Estocolmo.
El público también podrá apreciar el liqui-liqui blanco, traje típico caribeño que Gabo vistió en esa ocasión y en cuya celebración hubo cumbia y vallenato, ritmos con los cuales se identificaba García Márquez.
La máquina Smith-Corona que se exhibe en la muestra la compró Gabo en México en 1964 y tiene la particularidad de que fue su primera máquina de escribir eléctrica.
Dicha máquina, fabricada en 1957, requirió una adaptación para incluir la «ñ» en lugar del signo «+» porque por ser fabricada en Estados Unidos no traía esa letra.
«Cuando me enteré de que la máquina de escribir de Gabo, el diploma y la medalla del Premio Nobel no estaban expuestos al público, le envié una carta a la Ministra de Cultura, Patricia Ariza, y me reuní con ella», contó la viceministra de Asuntos Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Laura Gil, sobre el origen de la exposición.
Patrimonio Cultural de Colombia
Los objetos estuvieron en poder de Gabo hasta su muerte, ocurrida el 17 de abril de 2014 en Ciudad de México, a los 87 años de edad, pero tiempo después la familia los donó y ahora están bajo la custodia de la Biblioteca Nacional como patrimonio cultural del país.
«Era imperativo sacar a la luz estos bienes culturales», dijo la viceministra quien añadió: «Tenemos un patrimonio que vamos a defender y mostrar para compartir, para fortalecer identidades y valores».
Los archivos del novelista nacido en Aracataca (Magdalena) fueron adquiridos en 2015 por la Universidad de Texas (EE.UU.) para el Centro Harry Ransom.
Por su parte, la ministra de Cultura aseguró que «es un derecho que tenemos todos los colombianos -y también una obligación- conocer estos objetos que recuerdan la vida y obra del escritor que nos ayudó en la difícil tarea de entender quiénes somos».
En la apertura de la exposición dio una charla el escritor Gonzalo Mallarino Flórez en torno a su libro «El día en que Gabo ganó el Nobel» y compartió allí el enorme poder simbólico que tuvo ese premio para situar a Colombia en el mundo.
Gonzalo Mallarino y su padre, del mismo nombre y amigo de Gabo desde la juventud, fueron invitados por el nobel a integrar la comitiva que lo acompañó a la capital sueca a recibir el premio en el invierno de 1982.