La tormenta Lee azotó el sábado a una extensa franja de Nueva Inglaterra y la costa del Atlántico canadiense con vientos destructivos, fuerte oleaje y lluvias torrenciales que derribaron árboles, inundaron vías y dejaron sin luz a decenas de miles de familias.
Una persona murió en Maine después de que la rama de un árbol cayó sobre su vehículo.
El vórtice del enorme ciclón postropical tocó tierra a unas 135 millas al oeste de Halifax, capital de Nueva Escocia, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC en inglés). El sistema tenía vientos de 70 millas por hora (mph), aunque la tormenta se debilitaba a medida que se adentraba en Nuevo Brunswick y el Golfo de San Lorenzo, agregaron.
En Estados Unidos había un aviso de tormenta tropical en un tramo de 230 millas desde Portsmouth, Nueva Hampshire, hasta el extremo oriental de Maine. Eso incluía Bar Harbor, la turística puerta de entrada al Parque Nacional Acadia, donde una embarcación de observación de ballenas se soltó de su amarre y se estrelló en tierra frente al College of the Atlantic, una universidad de Bar Harbor.
Las autoridades dijeron que el Departamento de Protección Ambiental de Maine y la Guardia Costera estaban trabajando para descargar más de 1,800 galones de diésel con el fin de evitar que se derrame en el océano.
Lee inundó carreteras costeras y embarcaciones en Nueva Escocia, derribó líneas eléctricas y árboles, y dejó fuera de servicio a los transbordadores, al tiempo que sembraba ansiedad en una región que aún se resiente de los incendios forestales y las graves inundaciones de este verano. El mayor aeropuerto de Nueva Escocia, el Halifax Stanfield International, no tenía vuelos de llegada ni de salida programados para el sábado.
“La gente está agotada… Es tanto en tan poco tiempo”, dijo Pam Lovelace, concejal de Halifax. “Desde una perspectiva de salud mental, le pedimos a la gente que vea cómo se encuentran sus vecinos”.
Una advertencia de tormenta tropical estaba en vigor para gran parte de Nuevo Brunswick y toda Nueva Escocia y la Isla del Príncipe Eduardo, junto con un aviso de huracán para partes de Nuevo Brunswick y Nueva Escocia.
Los vientos huracanados se extendían hasta 140 millas desde el centro de Lee, y los vientos con fuerza de tormenta tropical tenían un alcance de hasta 390 millas, lo suficiente para cubrir todo Maine y gran parte de las provincias marítimas de Canadá.
La tormenta era tan grande que provocó cortes de electricidad a varios cientos de millas de su centro. Al mediodía del sábado, el 11 por ciento de los clientes de Maine carecían de electricidad, junto con el 27 por ciento de Nueva Escocia, el 8 por ciento de Nuevo Brunswick y el 3 por ciento de la Isla del Príncipe Eduardo.
Se pronosticaba una marejada ciclónica de 1 a 3 pies en la costa de Maine, y el NHC advirtió que iría acompañada de olas grandes y destructivas. La tormenta podría dejar caer hasta 4 pulgadas de lluvia en partes de Maine, Massachusetts, Nueva Escocia y Nuevo Brunswick hasta el sábado por la noche, con la posibilidad de inundaciones locales, dijeron meteorólogos.
Un automovilista de 51 años en Searsport, Maine, murió después de que una rama de gran tamaño cayó sobre su vehículo el sábado en la carretera federal 1 durante un periodo de intensos vientos, el primer fallecimiento atribuido a la tormenta.
La rama derribó líneas eléctricas, y los trabajadores tuvieron que cortar la corriente antes de que el hombre pudiera ser extraído de su automóvil, dijo el jefe policial Brian Lunt. Posteriormente el individuo falleció en un hospital. No se ha dado a conocer su identidad.
La tormenta eludió algunas de las zonas más anegadas de Massachusetts, que sufrieron graves inundaciones repentinas días antes, cuando las aguas rápidas arrasaron carreteras, provocaron socavones, dañaron viviendas e inundaron vehículos.