El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, insistió este lunes a la comunidad internacional en la necesidad de formar una fuerza extranjera de seguridad en Haití y solicitó «voluntarios», en el marco de la celebración del 50 aniversario de la Comunidad del Caribe (Caricom) con una cumbre de tres días en Trinidad y Tobago.
«Debemos hacer más colectivamente para ayudar al pueblo haitiano a trazar el mejor camino hacia las elecciones y la solución política», aseveró Guterres tras una reunión bilateral con el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, en Puerto España.
Para ello, subrayó ante los medios de comunicación que lo «más importante es que necesitamos que los países que cuentan con fuerzas policiales sólidas y con el equipamiento y el apoyo logístico necesarios se ofrezcan voluntarios».
Así, Guterres recalcó sobre el país antillano que atraviesa una prolongada y grave crisis de seguridad, humanitaria, y en los campos social y político, entre otros, que «no puede haber seguridad duradera sin insistir en las instituciones democráticas. Y no puede haber instituciones democráticas fuertes sin una mejora drástica de la situación de seguridad».
En este sentido, dijo que aboga por el «despliegue de una fuerza de seguridad internacional autorizada por el Consejo de Seguridad (de la ONU) y que coopere con la Policía Nacional de Haití para desmantelar las bandas que han creado esta violencia sin precedentes».
«Tanto los países africanos como los caribeños han mostrado su disponibilidad para participar en estos esfuerzos y hago un llamamiento a aquellos que tienen la capacidad necesaria para hacerlo para que también se ofrezcan voluntarios», declaró Guterres.
A su juicio, debe ser «una prioridad absoluta» para la comunidad internacional analizar «seriamente» la situación del tráfico de armas en la región y adoptar medidas internacionales para poder frenar el comercio.
Por su parte, Rowley destacó que «el problema ha ido más allá de la región» y reiteró la necesidad de un plan de acción conjunto.
En este contexto, la secretaria general de la Caricom, Carla Barnett, incidió en que la comunidad «no tomará una decisión que corresponde al pueblo de Haití», agregando que trabajará con el país caribeño pero no lo apoyará «si el pueblo de Haití no lo quiere».
Asimismo, Barnett explicó que «hay cuestiones que impiden que se lleve a cabo. Por ejemplo, la autoridad jurídica para hacerlo. No hay una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que lo prevea en este momento, por lo que hay cosas que deben resolverse antes de que pueda llevarse a cabo».
La secretaria dijo que Caricom ya «inició un proceso» con todas las partes involucradas de Haití como el gobierno en funciones y la sociedad civil «para discutir con ellos si podemos ayudarles a buscar su propia solución».
«Hay que encontrar soluciones en relación con la delincuencia y la seguridad, en relación con la estabilidad política. Hay una gran crisis humanitaria en Haití a la que nadie parece prestar atención, por lo que también estamos muy preocupados por ella», aseveró.
El sábado, el secretario general de la ONU durante una visita en Haití, llamó a la comunidad internacional para que acuda en ayuda de las personas necesitadas.
El Gobierno haitiano solicitó oficialmente el pasado octubre la intervención de una misión internacional para ayudar a la Policía Nacional contra las pandillas, una iniciativa que todavía no se ha cristalizado a falta de encontrar un Estado dispuesto a liderarlo.
Según datos recopilados por la ONU, la violencia por parte de las pandillas en Haití alcanzó en 2022 niveles no vistos en décadas, con un fuerte aumento de los homicidios, hasta un total de 2.183, y 1.359 secuestros, más del doble que el año anterior.
Otros de los temas más importantes que se discutirán en Puerto España, capital trinitense, serán comercio, agricultura, seguridad regional y alimentaria, crisis climática y el Mercado Único y de Economía del Caribe (CSME) y salud.
La Caricom fue creada el 4 de julio de 1973 con la firma del llamado Tratado de Chaguaramas para acelerar el desarrollo económico sustentable, ampliar las relaciones comerciales con otros países, lograr niveles de competitividad internacional y fortalecer los vínculos educativos y culturales.