Las fuerzas terrestres israelíes avanzaban el jueves hacia la Ciudad de Gaza mientras la cifra de palestinos muertos en la guerra superaba los 9 mil. Sin un final a la vista luego de semanas de intensos combates, los mediadores estadounidenses y árabes intensificaron sus esfuerzos para aliviar el sitio sobre el enclave gobernador por Hamás y lograr, al menos, una breve pausa en las hostilidades para ayudar a la población civil.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sugirió una “pausa” humanitaria el miércoles luego de que un aparente acuerdo entre Egipto, Israel, Washington y Qatar — que ejerce de mediador con Hamás — permitió que cientos de palestinos con pasaporte extranjero y docenas de heridos saliesen de Gaza por primera vez a través del paso fronterizo de Rafah hacia Egipto. Docenas más seguían sus pasos el jueves.
Los países árabes, incluyendo aliados de Estados Unidos que están en paz con Israel, han expresado su creciente malestar por la guerra. Jordania retiró a su embajador en Israel y ha pedido a su homólogo israelí que no regrese al país hasta que termine la guerra y la “catástrofe humanitaria” que está causando.
Más de 3,700 menores palestinos han muerto en 25 días de combates y las bombas han obligado a más de la mitad de los 2.3 millones de habitantes del territorio a huir de sus casas mientras los alimentos, el agua y el combustible escasean.
Las tropas israelíes entraron a la Franja en gran número durante el fin de semana luego de tres semanas de intensos bombardeos aéreos que arrasaron vecindarios enteros. La guerra — la quinta y, con diferencia, la más letal de las que han librado Israel y Hamás — comenzó con un sangriento asalto del grupo insurgente sobre el sur del territorio israelí el 7 de octubre en el que murieron cientos de hombres, mujeres y niños. Unas 240 personas fueron capturadas.
Estados Unidos ha prometido un respaldo inquebrantable a Israel en su intento de poner fin al control de Hamás sobre Gaza y aplastar sus capacidades militares, aunque los aliados no parecen tener un plan de futuro claro para el enclave. Funcionarios de la Casa Blanca indicaron que una pausa en los combates permitiría la entrada de más ayuda en Gaza y crearía las condiciones para la posible liberación de más rehenes.
La salida de palestinos a través del paso de Rafah el miércoles se produjo tras semanas de negociaciones. Fue la primera vez que alguien salía de Gaza, además de las cuatro rehenes liberadas por Hamás y de otra rescatada por las fuerzas israelíes. Israel ha permitido la entrada de más de 260 camiones con comida y medicamentos desde Egipto, pero los cooperantes dicen que no es suficiente.
Al menos 335 personas con pasaporte extranjero salieron del enclave el miércoles y otras 100 lo hicieron el jueves, dijo Wael Abu Omar, vocero de la Autoridad Palestina de Cruces. En total se evacuó a 76 pacientes palestinos y a sus acompañantes, añadió.
Por su parte, Estados Unidos señaló que estaba tratando de sacar a 400 ciudadanos estadounidenses y a sus familias.
Egipto ha dicho que no aceptará una oleada de refugiados palestinos por miedo a que Israel no les permita regresar a Gaza después de la guerra.
Cientos de miles de palestinos siguen en la zona de los combates en el norte de Gaza a pesar de los repetidos llamados de Israel a evacuar el lugar y dirigirse al sur, que también está siendo bombardeado por sus fuerzas.
Las tropas israelíes parecen estar avanzando hacia la Ciudad de Gaza por tres rutas principales: desde el extremo nororiental, desde el noroeste a lo largo de la costa mediterránea y desde el sur tras llegar a la principal autopista que une ambos extremos del enclave. Las autoridades israelíes no han ofrecido información concreta sobre el desarrollo de su campaña terrestre.
Ataques aéreos lanzados por Israel el martes y el miércoles destruyeron edificios residenciales en Jabaliya, en las inmediaciones de la Ciudad de Gaza, pero la cifra de fallecidos y heridos se desconoce por el momento. Según el ejército israelí, el operativo acabó con la vida de insurgentes y demolió túneles de Hamás.
Los insurgentes palestinos dispararon misiles antitanque, accionaron dispositivos explosivos y lanzaron granadas contra las fuerzas israelíes durante un combate nocturno, indicó el ejército el jueves. Los soldados devolvieron el fuego y recurrieron a la artillería, además de a ataques desde un helicóptero y un buque. Los reportes no pudieron confirmarse de forma independiente.
Se espera que las bajas en ambos bandos aumenten a medida que las tropas israelíes avanzan hacia barrios con una alta densidad de población en la Ciudad de Gaza. Funcionarios israelíes sostienen que la infraestructura militar de Hamás, incluyendo sus túneles, se concentra en la ciudad y acusan a los insurgentes de esconderse entre la población civil.
Al menos 9,061 palestinos han muerto en la guerra, en su mayoría mujeres y niños, y más de 32 mil personas han resultado heridas, dijo el jueves el Ministerio de Salud palestino, que no hizo distinciones entre combatientes y civiles. Esta cifra no tiene precedentes en las décadas de violencia entre los dos bandos y es casi cuatro veces mayor que la registrada en la guerra de 2014, que duró más de seis semanas.
Cuatro palestinos, tres de ellos menores de edad, fallecieron baleados en distintas partes de la Cisjordania ocupada a primera hora del jueves, indicó el Ministerio de Salud palestino. Más de 130 palestinos han muerto ese territorio desde el inicio de la guerra, en su mayoría en protestas violentas y tiroteos durante redadas israelíes de detención.
Más de 1,400 personas fallecieron del lado israelí, principalmente civiles que fueron asesinados durante el ataque inicial de Hamás, una cifra que tampoco se había visto nunca antes. Diecisiete soldados israelíes han muerto en Gaza desde el inicio de la ofensiva terrestre.
Los cohetes disparados desde Gaza a Israel y las escaramuzas diarias entre Israel y el grupo insurgente libanés Hezbollah han alterado la vida de millones de israelíes y obligaron a unos 250 mil a salir de localidades fronterizas en el norte y el sur. La mayoría de los proyectiles son interceptados o caen en zonas abiertas.