Una empleada de Walmart que sobrevivió a la masacre la semana pasada en una tienda de Virginia ha presentado una demanda por 50 millones de dólares contra la empresa por seguir empleando al autor del tiroteo -un supervisor de la tienda- “que tenía conocidas propensiones a la violencia, las amenazas y el comportamiento extraño”.
La demanda, aparentemente la primera derivada del tiroteo, fue presentada el martes en el tribunal de circuito de Chesapeake por Donya Prioleau. Walmart, que tiene su sede en Bentonville, Arkansas, no respondió de momento a una solicitud escrita en busca de comentarios sobre el litigio.
La demanda de Prioleau alega que ha experimentado trastorno por estrés postraumático, incluyendo angustia física y emocional, por haber presenciado el hecho en la sala de descanso de la tienda el 22 de noviembre.
“Las balas pasaron por delante de la cara y el costado izquierdo de la demandante Donya Prioleau, y fallaron por poco”, afirma la demanda. “Fue testigo de cómo varios de sus compañeros de trabajo eran brutalmente asesinados a ambos lados de ella”.
La demanda añade que “Prioleau miró a una de sus compañeras de trabajo a los ojos justo después de que le dispararan en el cuello. La señora Prioleau vio la herida de bala en el cuello de su compañera de trabajo, la sangre que salía a borbotones, la mirada de sorpresa en el rostro impotente de su compañera”.
El supervisor de la tienda, Andre Bing, de 31 años, mató a tiros a seis empleados e hirió a varios más antes de morir aparentemente de un disparo autoinfligido, según la policía.
La demanda alega que Bing “tenía rencillas personales con varios empleados de Walmart y mantenía una ‘lista de objetivos potenciales’ antes del tiroteo».