Familiares hicieron fila para dar muestras de ADN con la esperanza de identificar a las víctimas de un accidente de tren que mató a casi 60 personas en Grecia y los trabajadores se declararon en huelga el jueves al argumentar que el sistema ferroviario está obsoleto, carece de fondos suficientes y es peligroso.
El gobierno aseveró que el choque se debió a un error humano y un funcionario ferroviario fue acusado de homicidio involuntario.
Mientras tanto, los equipos de emergencia se abrían paso entre el metal retorcido de los vagones de pasajeros en sus esfuerzos por recuperar más cadáveres de los restos calcinados tras un choque frontal en el norte de Grecia ocurrido el martes por la noche, que ha dejado 57 muertos confirmados —una cifra que los rescatistas temen que aumente.
El choque frontal entre un tren de pasajeros y un tren de mercancías el martes fue el peor accidente ferroviario de la historia del país y 48 personas seguían hospitalizadas, la mayoría en la ciudad central de Larissa, seis de ellas en cuidados intensivos.
Docenas de familiares afligidos pasaron un segundo día en un hospital de Larissa esperando los resultados de la identificación de ADN de cadáveres, muchos de los cuales quedaron irreconocibles.
Entre esos familiares se encontraba Dimitris Bournazis, quien dijo que el accidente debería ser causa de revisión completa de la seguridad del sistema ferroviario del país.
“Perdí a mi hermano y a mi padre. Eso no puede cambiar, lo sé”, dijo. “Pero el punto es que no volvamos a lamentar pérdidas como ésta. Compraron 50 boletos a la muerte”.