Los ataques aéreos israelíes golpeaban el jueves diferentes lugares de la Franja de Gaza, incluidas zonas al sur que Israel había declarado como áreas seguras. Los bombardeos agravaban el temor entre los más de dos millones de palestinos atrapados en el territorio de que no había lugar seguro.
En las casi dos semanas desde que Israel comenzó a atacar en respuesta a un devastador asalto de Hamás a poblaciones en el sur de Israel, los ataques aéreos han golpeado con dureza el populoso territorio. Incluso después de que Israel dijera a los palestinos que evacuaran el norte y se dirigieran a lo que describió como “zonas seguras” en el sur, los ataques continuaron en toda la franja.
Los bombardeos más recientes se produjeron después de que Israel accediera el miércoles a permitir que Egipto entregue ayuda humanitaria limitada a Gaza, la primera grieta en un asfixiante asedio de 11 días. Muchos entre los 2.3 millones de habitantes de Gaza han reducido su alimento a una comida al día y han recurrido a beber agua sucia.
El anuncio de un plan para llevar agua, comida y otros suministros a Gaza se hizo mientras la ira por la explosión en el hospital Al Ahli de Ciudad de Gaza se extendía por Oriente Medio.
Había acusaciones enfrentadas sobre quién estaba detrás de la letal explosión. Responsables de Hamás en Gaza culparon a un ataque aéreo israelí y dijeron que había cientos de muertos. Israel negó estar implicado y publicó un aluvión de grabaciones de video, sonido y otra información que según dijo demostraba que la detonación se debía a un cohete fallido de Yihad Islámica, otro grupo miliciano que opera en Gaza. Yihad Islámica rechazó la acusación.
The Associated Press no ha verificado de forma independiente ninguna de las acusaciones ni las pruebas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que visitó Israel el miércoles, dijo que los datos de su Departamento de Defensa mostraban que probablemente la explosión no se debía a un ataque aéreo israelí. La Casa Blanca dijo más tarde que un análisis de “imágenes aéreas, información interceptada y de libre circulación” mostraba que Israel no estaba detrás del acuerdo. Sin embargo, Washington sigue reuniendo pruebas.
Videos del lugar mostraban los terrenos del hospital salpicados de cuerpos, muchos de ellos de niños pequeños. Cientos de heridos fueron trasladados al principal hospital de Ciudad de Gaza, donde médicos que ya trabajaban con existencias mínimas de material se vieron obligados a realizar algunas cirugías en el piso, a menudo sin anestesia.
Más de un millón de palestinos —en torno a la mitad de la población de Gaza— han huido de sus hogares. Muchos de los que huyeron de Ciudad de Gaza y otros lugares en el norte cuando Israel les dijo que evacuaran se han hacinado en escuelas de Naciones Unidas o en viviendas de familiares.
Los ataques israelíes cayeron sobre Gaza durante la noche y destruyeron casas en el norte y el sur.
En el sur de Gaza, donde cientos de miles buscaban cobijo, el Ministerio del Interior que dirige Hamás informó de ataques constantes sobre la ciudad de Khan Younis que golpearon varias viviendas. Personal médico en el hospital Nasser de Khan Younis dijo que había recibido al menos 12 muertos y 40 heridos.
Las sirenas sonaban mientras los equipos de emergencia se apresuraban a rescatar a sobrevivientes de un edificio. Se creía que había mucha gente atrapada entre los restos de armazones retorcidos de camas, muebles rotos y pedazos de concreto. Balcones y fachadas habían volado por los aires en edificios cercanos.
Un niño pequeño y cubierto de hollín fue trasladado inconsciente en los brazos de un rescatista desde un edificio dañado y hasta una ambulancia que esperaba.
El gobierno liderado por Hamas dijo que los ataques habían golpeado varias panaderías del territorio, lo que hacía aún más difícil conseguir comida para los residentes hambrientos
El ejército israelí dijo que había matado a un importante miliciano palestino en Rafah, cerca de la frontera egipcia, y golpeado cientos de objetivos en Gaza, incluidos túneles, infraestructura de inteligencia y centros de mando. Dijo haber golpeado docenas de puestos de lanzamiento de mortero, la mayoría inmediatamente después de que lanzaran proyectiles hacia Israel. Milicianos palestinos han lanzado intensas rondas de cohetes a Israel desde que comenzaron los combates.
Israel ha dicho que ataca a los milicianos de Hamás estén donde estén en Gaza, y acusó a los líderes y combatientes del grupo de refugiarse entre la población civil.
Los ataques creaban una sensación de peligro constante a los palestinos.
La familia Musa huyó a la localidad central de Deir al Balah, una población normalmente tranquila, y se cobijó en la casa de tres plantas de un primo cerca del hospital local. Pero a las 7:30 de la noche del miércoles, una serie de explosiones que se creen eran ataques aéreos golpeó el edificio y convirtió la vivienda familiar en una montaña de escombros que, según dijeron, sepultó a unas 20 mujeres y niños.
El cuerpo muerto de Hiam Musa, cuñada del fotoperiodista de Associated Press Adel Hana, fue recuperado el miércoles de entre los escombros, según la familia. No sabían quién más estaba bajo las ruinas.
“No tiene sentido”, dijo Hana. “Fuimos a Deir al Balah porque es tranquilo, pensábamos que sería seguro”.
El ejército israelí dijo estar investigando.
En zonas norteñas bajo instrucciones israelíes de evacuar, los ataques aéreos golpearon tres bloques residenciales en Al Zahra, según el Ministerio gazatí del Interior, así como viviendas junto a la frontera con Israel. Israel ha acumulado tropas en la zona y se espera que inicie una invasión terrestre sobre Gaza, aunque los mandos militares dicen que aún no se ha tomado una decisión.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que para el jueves, 3,785 personas habían muerto en Gaza desde el inicio de la guerra, en su mayoría mujeres, niños y ancianos. Caso 12,500 habían resultado heridas, según el ministerio.
En Israel, más de 1,400 personas murieron, la mayoría civiles, en la cruenta incursión de Hamás el 7 de octubre. Unas 200 personas más fueron secuestradas. El ejército israelí dijo el jueves que había notificado a las familias de 203 cautivos.
En los últimos días también se han producido choques violentos entre Israel y milicianos de Hezbollah en Líbano, entre temores a que los combates puedan expandirse en la región. En Cisjordania, donde decenas de palestinos han muerto desde que comenzó la guerra, las fuerzas israelíes han matado a docenas de palestinos en los dos últimos días, según el Ministerio palestino de Salud.
El acuerdo para llevar ayuda a Gaza seguía siendo frágil, mientras los hospitales en el sitiado territorio decían estar al borde del colapso.
Biden explicó que el presidente egipcio había accedido a abrir el paso fronterizo y a permitir la entrada de un primer grupo de 20 camiones con ayuda humanitaria. Si Hamas confisca la ayuda, “se acabará”, sentenció. La ayuda empezará a circular el viernes como pronto, dijeron funcionarios de la Casa Blanca.
Egipto aún debe reparar la carretera que cruza la frontera, que fue destrozada por los ataques israelíes. Más de 200 camiones y unas 3,000 toneladas de ayuda se encuentran en el paso fronterizo de Rafah o en sus inmediaciones, listos para entrar, declaró el director de la Media Luna Roja para el norte del Sinaí, Khalid Zayed.
Los suministros entrarán bajo la supervisión de la ONU, declaró el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shoukry, a la cadena de televisión Al-Arabiya. A la pregunta de si se dejaría pasar a los extranjeros y a los ciudadanos con doble nacionalidad que quisieran salir, respondió: “Siempre y cuando el cruce funcione con normalidad y las instalaciones (del cruce) hayan sido reparadas”
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que la decisión se aprobó tras una petición de Biden. Asimismo, afirmó que Israel “no frustrará” las entregas de alimentos, agua o medicinas procedentes de Egipto, siempre y cuando se limiten a los civiles del sur de la Franja de Gaza y no vayan a parar a los combatientes de Hamas. En la declaración no se mencionaba el combustible, necesario con urgencia para los generadores de los hospitales.
Familiares de algunas de las casi 200 personas tomadas como rehenes y llevadas a la fuerza a Gaza durante el ataque reaccionaron con indignación a las noticias sobre la ayuda.
“Niños, bebés, mujeres, soldados, hombres y ancianos, algunos con enfermedades graves, heridos y baleados, están retenidos bajo tierra como animales”, afirmó un comunicado del Foro de Familias de Desaparecidos y Rehenes. Pero “el gobierno israelí mima a los asesinos y secuestradores”, afirmaron.
En su breve visita, Biden intentó buscar un equilibrio entre mostrar el apoyo estadounidense a Israel y contener la creciente alarma entre sus aliados árabes. También anunció una remesa de 100 millones de dólares en ayuda humanitaria para palestinos en Gaza y Cisjordania.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, llegó a Israel el jueves en un intento de expresar solidaridad tras el ataque de Hamás e impedir una escalada de la guerra.
El pueblo de Israel ha “sufrido un acto de terrorismo espantoso, indescriptible, y quiero que sepan que Reino Unido y yo estamos con ustedes”, dijo a su llegada.