WASHINGTON – El presidente estadounidense Joe Biden exhortó a los republicanos una y otra vez el martes por la noche a trabajar con él para «terminar el trabajo» de reconstruir la economía y unir a la nación, mientras pronunció su discurso del Estado de la Unión destinado a tranquilizar a un país acosado por el pesimismo y las tensas divisiones políticas.
El contexto del discurso anual fue sumamente distinto al de los dos años anteriores, ya que ahora hay un presidente de la Cámara de Representantes republicano que estuvo sentado sin mostrar expresión alguna detrás de Biden y legisladores del Partido Republicano que en ocasiones gritaron críticas a su gobierno y sus políticas.
Durante su discurso de 73 minutos, Biden trató de retratar una nación que ha mejorado drásticamente en comparación con la que él tomó las riendas hace dos años: De una economía tambaleante a una próspera con nuevos empleos; de una nación paralizada y harta de la pandemia de COVID-19 a una que ha reanudado las actividades, y una democracia que ha sobrevivido a su mayor prueba desde la Guerra Civil.
«La historia de Estados Unidos es una historia de progreso y resiliencia. De siempre seguir adelante. De no rendirse nunca. Una historia que es única entre todas las naciones», dijo Biden. «Somos el único país que ha emergido de cada crisis más fuerte que cuando entró en ella. Eso es lo que estamos haciendo de nuevo».
«Aún no hemos terminado, ni por asomo», señaló.
Biden trató de mostrar a la nación que su gestión del país ha dado resultados tanto en casa como en el extranjero, y también demostrar su idoneidad para una probable postulación a la reelección.
Pero los problemas que Biden enfrenta son muchos: Incertidumbre económica, la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones con China, entre otras cosas. Y los signos del trauma pasado en el Capitolio, sobre todo la insurrección del 6 de enero de 2021, eran inevitables, con una gran valla rodeando el complejo, mientras que los legisladores y los asistentes tuvieron que pasar por medidas de seguridad más estrictas de lo habitual.
Desde el inicio, las divisiones partidistas estuvieron claras. Los demócratas, incluida la vicepresidenta Kamala Harris, se pusieron de pie para aplaudir cuando Biden comenzó con su discurso. El nuevo presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, que había saludado al presidente cordialmente cuando ingresó al recinto, se quedó sentado.
En lugar de presentar propuestas políticas llamativas, el presidente ofreció una evaluación tranquilizadora del estado de la nación, declarando que dos años después del asalto al Capitolio, la democracia del país está «intacta e inquebrantable».
También mencionó áreas de progreso bipartidista en sus primeros dos años en el cargo, incluyendo el gasto en infraestructura y la manufactura de alta tecnología. Y afirmó: «No hay razón para que no podamos trabajar juntos en este nuevo Congreso».
«La gente nos envió un mensaje claro. Pelear por pelear, tener poder a efecto de tener más poder, conflictos con el fin de que haya más conflictos, no nos lleva a ninguna parte», dijo Biden. «Y esa siempre ha sido mi visión del país: Restaurar el alma de la nación, reconstruir la columna vertebral de Estados Unidos, que es la clase media, para unir al país».
«Nos han enviado aquí para terminar el trabajo», puntualizó el mandatario.
El presidente se subió al podio de la Cámara de Representantes en momentos en los que una tercera parte de los adultos estadounidenses afirman que las cosas en el país van por buen camino, según una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research. Alrededor de tres cuartas partes dicen que las cosas van por mal camino. Y la mayoría de los demócratas no quiere que Biden se presente a otro mandato.
Trató de enfrentar esos sentimientos sin rodeos.
«Se preguntan si existe un camino para que ustedes y sus hijos sigan adelante sin tener que mudarse, lo entiendo», señaló Biden. «Es por eso que estamos construyendo una economía en la que nadie se quede atrás. Los empleos están volviendo, también regresa el orgullo gracias a las decisiones que hemos tomado en los dos últimos años», añadió.