ST. PETERSBURG – Los residentes en Florida se apresuraron a cubrir sus viviendas con tablones, guardaron sus pertenencias más preciadas en los pisos superiores y huyeron antes de que Ian, que dejó a oscuras a los 11 millones de habitantes de Cuba, se abalanzase sobre la costa oeste del estado con inundaciones y vientos catastróficos convertido en una tormenta extremadamente peligrosa de categoría 4 el miércoles.
El huracán tenía vientos máximos sostenidos de 140 millas por hora (mph) y estaba a unos 75 millas al oeste-suroeste de Naples, Florida, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés) en su reporte de las 5:00 de la madrugada. Avanzaba en dirección norte a una velocidad de 10 millas por hora.
«No se puede hacer nada contra los desastres naturales», dijo Vinod Nair, quien el martes condujo tierra adentro desde la zona de Tampa con su esposa, su hijo, su perro y sus dos gatos en busca de un hotel en el distrito turístico de Orlando. «Vivimos en una zona de alto riesgo, así que pensamos que lo mejor era evacuar».
Nair y su familia estaban entre los al menos 2.5 millones de residentes en Florida a los que se les ordenó abandonar la zona antes de las potentes marejadas, los fuertes vientos y las lluvias que podrían causar inundaciones. Alimentado por las cálidas aguas del golfo de México, Ian ganaba fuerza tras barrer el oeste de Cuba, una importante zona de cultivo de tabaco, como un huracán de categoría 3 el martes.
Los vientos con fuerza de tormenta tropical, de 39 mph, alcanzaron Florida a las 3:00 de la madrugada, y los huracanados se esperan mucho antes de que el vórtice de la tormenta llegue a tierra, agregó el centro, con sede en Miami.
«Es una tormenta fuerte, va a arrojar mucha agua durante su llegada», dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en una conferencia de prensa en Sarasota, una ciudad costera de 57 mil habitantes que está en la ruta que podría seguir Ian. «Y ese tipo de marejada ciclónica es peligrosa».
El avance de Ian se ralentizó sobre el Golfo, lo que le permitió crecer en tamaño e intensidad. La alertas por huracán cubrían aproximadamente 220 millas de la costa oeste estatal, incluyendo Fort Myers, Tampa y St. Petersburg, que podrían sufrir el primer impacto directo de un huracán de categoría 3 o mayor desde 1921.
Los meteorólogos dijeron que la marejada ciclónica podría alcanzar los 12 pies si alcanza su punto máximo en la marea alta. Las lluvias cerca del lugar donde se prevé que toque tierra podrían superar los 18 pulgadas.
Gil González no se la jugó. Protegió las ventanas de su casa de Tampa con madera contrachapada y tenía listos sacos de arena para hacer frente a las inundaciones. Él y su esposa llenaron su auto con agua embotellada, linternas, baterías extra para sus celulares y una estufa portátil antes de desalojar su vivienda.
«Todas las posesiones preciadas las hemos puesto en el piso de arriba de la casa de un amigo», dijo González.
Los aeropuertos de Tampa, St. Petersburg y Key West estaban cerrados. Los parques temáticos Disney World y Sea World en Orlando tampoco abrieron debido al meteoro.
Debido a que los vientos con fuerza de tormenta tropical de Ian se extienden por 140 millas desde su vórtice, se espera que causen daños en una amplia zona de Florida. También podrían registrarse inundaciones repentinas en todo el estado y partes de su costa oriental se enfrentan a la amenaza de marejadas ciclónicas ya que las bandas de Ian se acercan al océano Atlántico. La cercanía de la tormenta activó también avisos por posibles tornados aislados.
El lugar donde tocará tierra no estaba claro de inmediato.
La empresa de servicios Florida Power and Light advirtió que quienes se encuentren en la trayectoria de Ian podrían pasar días sin electricidad. Como precaución, cientos de residentes en centros de mayores han sido evacuados en Tampa, donde hay hospitales que están trasladando a algunos pacientes.
Partes de Georgia y Carolina del Sur podrían sufrir inundaciones y marejadas entre el viernes y el sábado.
Antes de encaminarse a Florida, Ian tocó tierra el martes en la provincia cubana de Pinar del Río con vientos máximos sostenidos de 125 mph y causó destrucción en la zona tabaquera más importante de la isla.
___
Los periodistas de The Associated Press Christina Mesquita en La Habana, Cuba; Cody Jackson en Tampa, Florida; Freida Frisaro en Miami; Anthony Izaguirre en Tallahassee, Florida; Mike Schneider en Orlando, Florida; Seth Borenstein en Washington y Bobby Caina Calvan en Nueva York contribuyeron a este despacho.