El Sindicato de Actores de Estados Unidos (SAG-AFTRA) anunció la madrugada de este jueves que las negociaciones para la renovación de un convenio colectivo con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) culminaron sin éxito.
«SAG-AFTRA negoció de buena fe y estaba ansioso por llegar a un acuerdo, … pero las respuestas de la AMPTP a las propuestas más importantes del sindicato han sido insultantes», expresó la presidenta de la unión, Fran Drescher, a través de un comunicado publicado en la página oficial de la institución.
El gremio, que representa a más de 160 mil actores, anunció que por la mañana la junta nacional del sindicato mantendrá una reunión para aprobar formalmente el inicio de una huelga que podría provocar que la industria de Hollywood se paralice en su totalidad.
La última vez que los actores se pusieron en huelga contra los estudios fue en 1980 por los beneficios de las cintas de vídeo domésticas y la televisión de pago, y tuvo una duración de tres meses.
De dar pie a un parón, los actores se sumarían a los piquetes que el Sindicato de Guionistas (WGA) comenzaron a las afueras de las oficinas de los estudios desde el pasado 2 de mayo, emprendiendo una huelga simultánea por primera vez en 63 años.
La única vez que ambos gremios estuvieron en paro de labores al mismo tiempo fue en 1960, y de dicha lucha obtuvieron beneficios como acceso a seguro médico y una pensión.
Pero fue la huelga de 100 días liderada por los guionistas en 2007-2008, la que sentó las bases del conflicto actual al centrar la mayor parte de las discusiones en el pago de los contenidos distribuidos por Internet.
Ahora, las peticiones de ambos comparten semejanzas en temas como la mejora de las condiciones de trabajo, el pago justo de los derechos residuales de parte de las plataformas por «streaming» y transparencia en el proceso de cálculo de estos importes, así como la regulación del uso de la inteligencia artificial (IA).
«La AMPTP se ha negado a reconocer que los enormes cambios en la industria y la economía han tenido un impacto perjudicial en aquellos que trabajan para los estudios», ahondó la presidenta.
Los líderes de la unión mantuvieron charlas con la alianza, que negocia en nombre de los estudios y grandes cadenas como Amazon, Apple, Disney y Netflix, desde el pasado 7 de junio.
A penas un día antes de la fecha límite el SAG-AFTRA había anunciado que aceptaba una reunión propuesta por los estudios de Hollywood y las plataformas de «streaming» junto con mediadores federales.
No obstante, mostraron el distanciamiento entre ambas partes al recalcar que irían a la huelga si no se llegaba a un acuerdo antes del miércoles a las 11:59 de la noche de Los Ángeles.
La petición de urgencia buscaba recurrir a agentes neutrales que ayudaran a desbloquear las negociaciones, pero el sindicato acusó a la AMPTP de haber «abusado» de su confianza al filtrar a la prensa la propuesta de incluir a mediadores federales antes de que ellos tuvieran conocimiento de la misma.
El inicio de una huelga de parte de los actores avecina una crisis en el entretenimiento importante. Sin interpretes las producciones de cine y televisión que se han podido mantener a flote pese a la huelga de guionistas podrían verse obligadas a frenar sus actividades.
Los actores tampoco podrían promocionar películas y series pendientes de estreno, ni participar en encuentros con seguidores, y la situación podría devenir en una ola de cancelaciones de ruedas de prensa, alfombras rojas e incluso el aplazamiento de ceremonias de premios como los Emmy o la Comic-On de San Diego.