Se les ve de arriba para abajo por la Plaza Las Delicias y sus calles circundantes, retratando los monumentos, comiéndose un helado de los chinos, comprando recordatorios o tomándose un café de los tantos que Ponce tiene para ofrecer en su centro urbano.
En pareja o grupos, con hijos o amistades, los turistas extranjeros son ahora parte del paisaje cotidiano en el corazón de la ciudad. Y a pesar de la amplia gama de atractivos turísticos de Ponce, hay una instalación que convoca y enamora al grueso de esos visitantes: el histórico Museo Parque de Bombas.
Saber con exactitud de dónde provienen todos los turistas que llegan a la Perla del Sur es prácticamente imposible, pues ninguna oficina gubernamental ni municipal recopila esos datos. Sin embargo, el registro de visitas que lleva el Parque de Bombas desde que abrió al público como museo en el 1990 ofrece una aproximación bastante certera.
Del 1 de enero al 31 de agosto de 2023 la instalación rojinegra registró 67,410 visitas de personas oriundas de Puerto Rico, los Estados Unidos y otros 64 países, de acuerdo con las estadísticas recopiladas por el ayuntamiento.
El mes de mayor tráfico este año ha sido julio con 11,077 personas. Le siguen junio con 9,856 y agosto con 9,368.
En esos ocho meses, además, los turistas extranjeros que no residen en los Estados Unidos totalizaron 2,188.
De ellos, España está a la cabeza con 325 visitantes registrados. Le siguen Colombia con 312, República Dominicana con 175, México con 173 y Canadá con 145.
Desde Alemania también llegaron 107 personas, de Italia 80, de Francia 66, de Ecuador 60 y de Chile 52.
“La realidad es que a nosotros nos visitan de todo el mundo”, comentó Jackeline Avilés Ruiz, guía turística certificada del Parque de Bombas. “Y desde que comenzaron los vuelos nuevos (de Frontier Airlines) en el Aeropuerto Mercedita han venido muchos más, porque se les hace más fácil llegar directamente a Ponce que viajar a San Juan y tomar transportación terrestre”,
Por su parte, el director de la Oficina Municipal de Turismo, Iván Rodríguez, resaltó que los vuelos entre San Juan, la Ciudad de México y Madrid han facilitado el aumento de turistas mexicanos y europeos en la región.
Igualmente, consignó que el número de visitantes de “Canadá aumentó significativamente este año, que no estaba a este nivel en momentos anteriores”.
El Parque de Bombas también ha sido visitado por personas procedentes de Costa Rica (50), Perú (48), El Salvador (47), Guatemala (40), Honduras (38), Cuba (35), Venezuela (33), Argentina (30), Panamá (29), Inglaterra (25), Reino Unido (25), Bélgica (23), Brasil (17), China (16) y Austria (15).
Asimismo, en Australia (12), Estonia (12), Holanda (12), Suiza (12), San Salvador (11), Turquía (11), Corea (11), Dinamarca (10) e India (10).
Completan la lista visitantes de Nicaragua (9), Noruega (9), Uruguay (9), Bolivia (6), Guadalupe (6), Martinica (6), Polonia (6), Arabia Saudí (5), Suecia (5), Filipinas (4), y Finlandia (4).
También de Hungría (4), Japón (4), Kenia (4), Luxemburgo (4), Moldavia (4), Grecia (3), Egipto (3), Haití (3), Islandia (3), Jamaica (3), Taiwán (3), Eslovaquia (2), Eslovenia (2), Islas Caimán (2), Irlanda (2), Paraguay (2), la República Checa (2), Bermuda (1) y Portugal (1).
Entre los meses de enero a agosto, la mayoría de los visitantes procedía de los Estados Unidos y otros países, pero en julio se dio un escenario bastante parejo: 5,165 de los turistas registrados eran locales y 5,912 extranjeros.
Un libro con valiosa información
No todos los turistas que visitan Ponce acuden el Parque de Bombas, como tampoco todos los que llegan al parque entran a ver su exposición, por lo que no existe constancia del número real de turistas que visitan este espacio: una cifra que inequívocamente es mayor.
No obstante, el Registro de Visitantes del Parque de Bombas guarda información valiosa sobre las personas que pisan el principal atractivo turístico de la ciudad.
“Una vez les explicamos cómo funcionamos y nuestras reglas, pasamos a firmar. Ellos anotan ((en el libro de registro) cuántas personas le acompañan y empezamos a contarles la historia”, explicó la guía Avilés Ruiz. “Hay quien se queda media hora, otros entran y salen. Cada turista es distinto”.
A la mayoría, dijo, les gusta firmar el libro, “excepto los asiáticos e hindúes que les cuesta escribir de dónde vienen”. Estos, a su vez, ponen “una ciudad cualquiera de Estados Unidos”.
Entretanto, los latinoamericanos se inclinan más por escribir su país de origen, aunque vivan en Estados Unidos.
“Si tienen a su país en su corazón, lo hacen. Los cubanos, aunque vivan en Estados Unidos, ponen Cuba. Y así mismo los chilenos y venezolanos, por ejemplo”, destacó.
La guía comentó además que los turistas más expresivos y prestos a preguntar son los españoles y que muchos se acercan con la intención de pedir recomendaciones de lugares a visitar en Ponce y la región sur.
“Preguntan mucho cómo llegar a otros sitios. A muchos les gusta hacer turismo gastronómico, caminar y ver los sitios turísticos a su ritmo”, sostuvo Avilés Ruiz, quien lleva 12 años como guía del Parque de Bombas.
Entre los comentarios que recibe de los visitantes escucha con frecuencia que consideran a Ponce más tranquilo que la zona metropolitana de San Juan, por lo que llegan al sur buscando paz.
“Y les gusta que estamos cerca de las playas”, añadió Avilés Ruiz.
En cuanto al perfil de los turistas, agregó que se ve de todo un poco. “Hay parejas con niños y muchos seniors que ya se jubilaron y están disfrutando del tiempo de ocio. Jóvenes son bien pocos”, aseveró. “Quizás llega un grupo de jóvenes, pero no están interesados en la historia, porque quieren más bien irse a la playa. Se hacen la foto, se comen el helado y lo siguen”.
Un tesoro a conservar
Desde que la instalación se habilitó como museo hace 23 años, siempre ha tenido un libro de registro. Los más antiguos están guardados en el Archivo Histórico de Ponce y en el parque hay alrededor de ocho.
Actualmente, Rodríguez pondera la idea de archivarlos todos en el parque, para poder compartirlos con la gente.
“Nos surgió la idea de crear el archivo de libros en el parque, porque hay gente que nos visitó y vuelve, y nos pregunta por el libro que firmó la primera vez”, indicó el director de Turismo. “Al tenerlos allí, se le podría buscar y la persona podría retratar esa primera firma”, añadió.