El secretario de Justicia, Domingo Emanuelli Hernández, afirmó que la investigación de su agencia concluyó que no se justificaba el uso de armas de fuego por parte de la Policía de Puerto Rico en la intervención que culminó en el asesinato del adolescente Javier Antonio Cordero Nevares.
Sus expresiones surgieron luego de que la jueza superior Iraida Rodríguez Castro no encontrara causa para arresto contra seis policías acusados de asesinato, tentativa de asesinato y violaciones a la Ley de Armas, por la muerte a balazos del menor de 16 años, ocurrida en agosto de 2022 en San Juan.
“Este es un caso lamentable y complejo, donde murió un adolescente que no estaba armado en una escena en la que se ocuparon sobre 60 casquillos de bala, y fue investigado con gran rigor y responsabilidad por agentes del NIE y fiscales de la División de Integridad Pública y Oficina de Asuntos del Contralor del Departamento de Justicia”, planteó el secretario.
“Tras examinar minuciosamente la totalidad de la prueba de lo que ocurrió la noche de los hechos, el equipo investigador concluyó que no se justificaba el uso de armas en la intervención y que la escena no era compatible con una actuación en legítima defensa”, aseveró.
La Fiscalía solicitó una vista de causa para arresto en alzada para presentar los cargos nuevamente. La misma se pautó para el 30 de abril.
“Nuestra solidaridad con la madre del joven Javier Cordero Nevares y sus familiares. Esperamos hacerle justicia”, manifestó Emanuelli en declaraciones escritas.
Cordero Nevares falleció el 1 de agosto de 2022 en el interior de un auto en Puerto Nuevo tras recibir 15 impactos de bala por parte de siete agentes y un sargento. Los oficiales dispararon hacia el menor 60 veces.
Sobre esa intervención, ha trascendido que la Policía realizaba una vigilancia para recuperar un vehículo hurtado y comenzaron una persecución.
Cordero Nevares supuestamente retrocedió en el vehículo, se trepó sobre la acera e intentó escapar, cuando los uniformados abrieron fuego.
Posteriormente, se confirmó que el vehículo no estaba reportado como hurtado y que el adolescente estaba desarmado.
Esos son los “machotes” que “arriesgan sus vidas” diariamente (dicen ellos) y no se les ve en ninguna parte, excepto en las reposterías, panaderías y centros comerciales, pavoneándose durante horas laborales y estacionando vehículos oficiales en áreas asignadas para impedidos, bomberos, etc. Por eso el pueblo los mira con desconfianza.