Cuando el doctor Frank Fraticelli Toro disfrutaba sus años de secundaria y comenzaba a forjar su criterio, su derrotero profesional ya apuntaba hacia el ejercicio de la Medicina.
Desde entonces, sabía y sentía que era su vocación.
Sin embargo, confiesa que sobre la marcha, al inicio de su vida universitaria, descubrió que esa carrera no era exactamente lo que anticipaba.
“Yo quería ser médico, yo quería ser médico”, reiteró, “pero en el camino me di cuenta que no era lo mío”.
“No era lo mío, porque a pesar de que me gradué con buen promedio de la escuela superior e hice un buen promedio en la universidad, no tenía un hábito de estudio como el que demanda la Escuela de Medicina”, continuó.
Este choque frontal con la realidad lo consumió durante días, hasta el momento en que se percató que su don innato por el análisis crítico, junto a destrezas en matemáticas y estadísticas, eran la indispensable materia prima requerida para sobresalir en estudios de Salud Pública.
Así lo hizo y así lo logró. A décadas de distancia de aquel dilema, el doctor Fraticelli Toro se enorgullece de haber dado el salto y de servir como embajador voluntario de una profesión que la globalización y el cambio climático han vuelto indispensables para el presente y futuro de la humanidad.
El mejor ejemplo, puntualizó, ha sido la pandemia del Covid-19, un virus originado en una apartada comunidad del continente asiático y que, tanto por incredulidad como por protocolos inefectivos, desató los amarres de una calamidad inimaginable en el siglo XXI, consumiendo millones de vidas alrededor del globo, cifras astronómicas de capital público y frenando la, hasta entonces, imparable actividad comercial del planeta.
“¿Dónde estaríamos ahora sin los epidemiólogos y salubristas que crearon los sistemas de vigilancia, que estaban pendientes de cómo se propagaba (el virus) y arrojaban luz sobre la incidencia de mortalidad?”, cuestionó el también profesor a tiempo completo de Ponce Health Science University (PHSU)
“Sin salud pública no podemos sobrevivir”, agregó. “Es primordial. Es salud para todos”.
El factor PHSU
A tono con esta responsabilidad y la aspiración de enriquecer al país con profesionales asertivos y cabales, la PHSU lidera desde hace años un programa de Salud Pública que impulsa maestrías en Salud Pública General, en Salud Pública Ambiental, y Epidemiología.
“La especialidad de Salud Pública General, que es la que coordino, va dirigida a realizar assestments, evaluaciones de las necesidades de una comunidad, a hacer intervenciones comunitarias, educación a las comunidades. Y quienes completan el grado de maestría pueden administrar o ser director de un programa”, abundó Fraticelli Toro.
“La maestría en Salud Ambiental, como indica, aborda desde el cuidado del aire, agua y suelos, (hasta) los agentes contaminantes”, continuó. “Y el track de Epidemiología, que ha entrado en un boom desde la pandemia, establece lo que son sistemas de vigilancia, qué está pasando y cómo está pasando, así como las tasas de incidencia, entre otros roles”.
Asimismo, resaltó que la PHSU es la única institución universitaria en el país que ofrece un doctorado en Epidemiología y la que en agosto de 2024 estrenará online la maestría en Salud Pública Internacional
“Esto nos amplía las puertas para una matrícula igualmente internacional, la que recibirá su formación académica y profesional desde aquí, desde Ponce”, puntualizó Fraticelli Toro.
En materia de estudios, aclaró, todos los alumnos atraídos por estas disciplinas cursan las mismas clases durante el primer año, para a partir del segundo definir su especialidad mediante cursos avanzados e internados.
En total, se trata de 55 créditos académicos por estudiante, de los que 29 corresponden a la especialidad seleccionada y cinco a las electivas, precisó.
Estas características, junto a la modalidad de cursos en horario vespertino y nocturno, posibilitan que profesionales de diversos órdenes puedan armarse con los conocimientos y los posgrados que ofrece el programa de Salud Pública.
“Desde enfermeros, hasta profesionales en Biología, Química, Microbiología, médicos y hasta un abogado figuran entre nuestros discípulos y egresados”, explicó.
Como abundó, durante su formación cada participante realiza de la mano con expertos una inmersión en las funciones medulares de la salud pública, las que van desde la evaluación de necesidades o asesstment, hasta el desarrollo de política pública y la búsqueda de garantías o el assurance.
“Bajo estas funciones medulares, tenemos 10 servicios esenciales que son el marco que da forma al programa de Salud Pública. ¿Por qué? Porque queremos que todas las personas de una comunidad, todas las personas de un país, tengan derecho y tengan el beneficio de la salud y de un bienestar”.
Esos servicios fluctúan desde evaluar y monitorear las necesidades de una población, “hasta guiar a nuestros estudiantes a investigar, diagnosticar y abordar los problemas de salud que aquejan a esas comunidades”, indicó.
“Entonces, bajo el desarrollo de política pública, abordamos cómo comunicar de manera efectiva y cómo apoyar las iniciativas que se hacen a nivel gubernamental”.
Quienes sientan atracción hacia estas disciplinas y posibilidades de crecimiento, solo deben comunicarse con la Oficina de Admisiones para orientación o, si lo prefieren, llamar a cualquiera de los miembros de la facultad del programa.
El mismo funciona en la modalidad de trimestres y sus clases no demandan un dominio o conocimiento avanzado del idioma inglés, apuntó Fraticelli Toro.
Para asistencia, puede llamar al 787-840-2575 y acceder a la extensión 5742, donde también podrá obtener información sobre las ayudas económicas disponibles. Para aplicar en línea, pulse aquí.