La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció recientemente medidas para reforzar la lucha contra la tuberculosis, una enfermedad que causa 1.6 millones de muertes al año y que la comunidad médica se ha propuesto erradicar antes de 2030, como parte de los objetivos de desarrollo sostenible.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló en rueda de prensa que la organización ampliará cinco años más la iniciativa iniciada en 2018 para aumentar la investigación e incrementar las herramientas contra esta enfermedad, que durante la pandemia de Covid repuntó en número de fallecidos.
Tedros también indicó que la OMS ha propuesto el desarrollo de nuevas vacunas contra la enfermedad, ya que la única existente por ahora, llamada BCG, tiene más de cien años de bagaje y «ya no protege adecuadamente a adolescentes y adultos, principales transmisores de la tuberculosis».
En 2022 se registró el primer aumento de los fallecidos anuales por tuberculosis en la última década, debido a la reducción de los servicios de respuesta a la enfermedad que conllevó el desvío de recursos para la lucha contra la pandemia de Covid.
«La tuberculosis es una enfermedad evitable, tratable y curable», afirmó Tedros, quien recordó que pese al repunte del último año, en lo que va de siglo el número de fallecimientos relacionados ha caído un 40 por ciento.
El director general recordó que en septiembre se celebrará el segundo encuentro de alto nivel contra la tuberculosis, en Nueva York, una reunión que según Tedros «debe marcar un antes y un después en la lucha contra la enfermedad, si los líderes lanzan compromisos reales y duraderos para invertir en su lucha».
«Pero también está claro que no se puede poner fin a la tuberculosis si no atajamos algunos de los factores que la acompañan, como la pobreza, la malnutrición, la diabetes, el VIH, el tabaquismo, o el alcoholismo», añadió.