Una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha registrado alteraciones en la función visual y en la actividad eléctrica del cerebro en áreas visuales de familiares sanos de pacientes con alzhéimer (padre o madre) con riesgo genético de desarrollar la enfermedad.
Por primera vez se ha detectado que los individuos con riesgo de sufrir la enfermedad, portadores del alelo ApoE Ɛ4+, presentan «mejor agudeza visual que el grupo control, así como una actividad eléctrica más alta», indica la universidad en una nota de prensa.
Estos resultados, publicados en la revista científica ‘Alzheimer’s Research and Therapy’, muestran «la primera evidencia de las consecuencias de las alteraciones tempranas del procesamiento visual a nivel funcional y fisiológico», según la UCM.
Esto indica que «existe una alteración en la función de neuronas inhibitorias incluso décadas antes de la edad habitual en la que comienza el deterioro cognitivo”, indica la investigadora Inés López Cuenca, del Instituto de Investigaciones Oftalmológicas Ramón Castroviejo (IIORC) de la universidad.
Durante tres años se recogieron datos como los registros oftalmológicos –información de la función visual- que se llevaron a cabo en la clínica del IIORC y los registros de magnetoencefalografía –información de la actividad cerebral-, realizados en el Centro de Neurociencia Cognitiva y Computacional de la UCM.
“Con test visuales sencillos y no invasivos podríamos tener una señal de alarma temprana en casos con alto riesgo y seguir mucho más de cerca a estos sujetos, comenzar con ejercicios de estimulación cognitiva y quién sabe si el día de mañana poder comenzar el uso de fármacos antes de que la neurodegeneración sea evidente”, avanza Elena Salobrar-García, investigadora del instituto.
De esta forma, la función visual y la actividad cerebral relacionada con la visión se unen a una nueva generación de biomarcadores.
Los siguientes pasos de la investigación contemplan aumentar la muestra del estudio manteniendo los estrictos criterios de inclusión y se intentará incluir otros biomarcadores de la enfermedad (como marcadores en plasma, saliva o microbiota), que reforzarían los resultados.
Además, «pretendemos hacer un seguimiento de estos participantes a lo largo del tiempo, con lo que podremos conocer cómo evolucionan estos cambios precoces”, añade la investigadora y coautora de la UCM Alejandra García-Colomo.
El objetivo es «la identificación y el seguimiento de la progresión de posibles biomarcadores tempranos detectables en diferentes dominios en sujetos sanos con mayor riesgo de desarrollar demencia tipo alzhéimer», concluye la universidad.